Capítulo 26

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La gata bajó por las escaleras con una mirada perdida y en su rostro reflejaba cierto desagrado, pero algo de satisfacción por tener la última palabra en la discusión reciente.

Caminaba mirando el suelo y no notó lo que venía por delante de ella, fue demasiado tarde cuando se dio cuenta que alguien venía de la dirección contraria. El contrario chocó su hombro con el de la morada, quejándose del golpe. Ella volteó para ver al presente, arqueo su ceja al ver un erizo plateado sosteniendo una caja llena de copas de plata, el momento del golpe hizo que chocaran entre ellas mismas e hicieran un fuerte sonido, él quedó desconcentrado por la colisión entre ambos.

Este al mirar a la gata solo se quedó quieto, pronto su expresión de queja cambio a una de sorpresa, su contraria miró de arriba a abajo al erizo.

—Perdón, fue mi culpa no veía por dónde caminaba —se disculpó la morada apenas volteando su mirada sin detenerse al caminar para seguir con su camino por el pasillo principal.

El plateado no tuvo tiempo de contestar quedándose con las palabras en la boca, hasta ver como esta salía por la puerta y se dirigía a un carruaje lujoso lleno de decoraciones y adornos en su alrededor.

Silver seguía en la misma posición, de pronto olvidó que tenía un encargo antes del golpe con la extraña gata.

—¡Silver! Aquí estás, pensábamos que al final no ibas a traer las copas —gritó desde un extremo de otro pasillo Sonic junto al grupo caminando hacia el mencionado.

—Vamos a la habitación de una vez, el vino tinto no hará esperarse —mencionó Argi.

Silver seguía en la misma posición de antes sin mover ni un solo músculo. Los seis se miraron entre sí, tratando de averiguar que le había pasado a su contrario.

—¿Silver? ¡Silver!

El plateado rápidamente se giró a todos, al notar que también estaban en el pasillo.

—¿Sí? ¿Qué ocurre? —preguntó normalmente sin quitar la vista de afuera del castillo.

Sonic y Shadow también se giraron para ver a quién o qué estaba dirigiendo su mirada, para ver a una gata subiéndose al carruaje jalado por caballos. El cochero tiró de las riendas y el caballo empezó a caminar, salieron por el patio de armas hasta llegar al portón.

En cuanto eso pasó ambos volvieron a mirar a Silver listos para bombardear de preguntas.

—¿Quién es ella? —preguntó el pelirrojo.

—Es hija de una de las duquesas de Arthur, específicamente de la familia Arlens. No la había visto en mucho tiempo.

—Espera, espera, espera, ¿es decir qué la conoces?  —preguntó Sonic interrumpiendo.

—Bueno, nunca he hablado con ella, la vi una que otra vez en el castillo junto a la princesa Amelia.

—Continuemos esta conversación en otro lugar que no sea el pasillo. —Cray caminó por delante de ellos caminando en dirección a la alcoba. Mientras los demás hablaban del tema.

*****

—Venía a veces a hacer prácticas con los otros caballeros grandes, me enseñaron el uso de la espada y esas cosas, en los días que venía también llegaba de visita Blaze, que parecía muy amiga de la alteza. —Silver se sirvió un poco de vino en una de las copas.

—¿Y por qué llegó hoy? —preguntó el azabache tomando un sorbo de la bebida.

—No tengo idea, dejó de visitar el castillo cuando tenía unos trece o catorce años. Según sé, los Arlens tenían su casa del otro lado del bosque, pero luego de que estalló la guerra toda esa parte del pueblo quedó en ruinas, se mudaron a las afueras, aún así seguían viniendo de visita hasta que se confirmaron que el otro reino podría lanzar otro ataque en cualquier otro momento y no les pareció seguro seguir viniendo aquí.

A pesar de la guerra | SonamyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora