Capítulo 6

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Observó desde lo alto del estrado cómo todos los caballeros se dirigían al gran banquete lleno de comidas y aperitivos pasando por la puerta de madera gigante.

—La mayoría son buenos —opinó Elen sentada, juzgando las habilidades de los aspirantes.

—En especial los cinco de allá, ese grupo estará seleccionado para un rango más elevado. —El rey se levantó de la silla y agarró su capa larga de terciopelo para dirigirse al salón principal del banquete de recién llegados.

—Iré adentro, con su permiso, padre, tía. —Se puso de pie y salió antes que su padre por la esquina entrando por el mismo pasillo.

Elen estaba apunto de seguir a Amelia, cuando el rey la detuvo para entregar algunas indicaciones siguientes.

—Elen, Esperaría que apoyes en la organización de la fiesta del aniversario de Arthur —comentó a la contraria antes de también bajar las escaleras de estrado.

—Habia olvidado eso con el tema de la selección y reclutamiento.

—Que sea una apropiada, manda algunas invitaciones para los duques y condes, esperemos que puedan asistir a este evento, es uno de los pocos que se celebran por el conflicto —confesó con un tono de voz pensativo.

—Aún queda mucho tiempo por delante, pero tiene razón, mandaré a alguien para que realice la decoración y organizar el torneo próximo del reino.

—Perfecto, tendré tiempo para pensar en el Reino invitado, encárgate de ello, ah y sería bueno que entregues alguna cosa que hacer a Amelia, mantenla ocupada. —El erizo mayor se dió media vuelta y bajó un par de escaleras para ser escoltado por dos caballeros hacia uno de los pasillos.

*****

Escuchó detrás de ella a su padre y tía hablando sobre otros asuntos. Aunque parecía no importarle la batalla, había estado muy impresionada por el torneo, considerando que había sido algo que disfrutaba mucho tanto de ver cómo practicar, quiso saber más sobre el erizo azulado, notó que había sido muy ágil en cuanto a sus habilidades ¿Será de Arthur? se preguntaba por ello mientras se dirigía a la cocina para visitar a una de sus amigas.

Una gran barra de piedra se extendía en la mitad del salón, muchas ollas, platos y copas estaban encima; en un lado de la habitación se encontraba un horno de leña, del cuál salía un olor delicioso y colgados de un fierro en el techo, muchos sartenes de diferentes tamaños y colores, la mayoría parecían usados oxidados y viejos por el tiempo. 

—¡Amelia! —gritó una voz de una pequeña coneja de grandes orejas corriendo hacia ella con mucha energía abrazándola, su pelaje era color melocotón con pequeñas manchas naranjas, sus ojos eran color marrones y llevaba puesto un vestido naranja con un abrigo color azul hecho de lana

—¡Cream! ¿Cómo estás? —preguntó correspondiendo el abrazo agarrando su pequeña mano.

—¡Bien! ¡Mira ella se llama Lily! —dijo entusiasmada mostrando la muñeca de trapo que traía en sus manos.

—¡Cream! ¡No has terminado tus verduras! —gritó la voz desde la habitación siguiente, de la puerta entró una coneja idéntica a la pequeña, llevando consigo una gran canasta llena de verduras, tenía los mismo colores de su pelaje al igual que la coneja pequeña, llevaba un vestido color violeta y un delantal blanco, algo sucio por la cocina.

—Ups, ¡Hasta pronto Amelia! —Corrió nuevamente a la habitación a terminar el plato de comida.

—Amelia, que sorpresa ¿Por fin terminó todo ese alboroto de afuera? —preguntó por el bullicio ocasionado por los aspirantes escuderos, dejó la canasta de verduras encima de la barra y se limpió las manos en su delantal para luego sentarse en un banco pequeño de madera, acercó uno a Amelia para que también pudiera sentarse.

A pesar de la guerra | SonamyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora