-Te buscaré en la otra vida...- Neteyam Sully.
La vida es un regalo que Eywa nos da, y que en algún momento debemos devolver. Solo Eywa puede determinar cuando ha llegado nuestro fin y solo ella nos puede arrebatar dicho regalo. Pero, existen criatu...
Estábamos sentados sobre unas rocas, ya que para poder aprender a respirar de forma correcta se necesitaba un lugar tranquilo. A mi derecha se encontraba tsireya junto al chico más joven que según había escuchado antes se llamaba Lo'ak, mientras que a mi derecha estaban Aonung y Roxto, para después encontrarme con Neteyam en frente de mí y a su lado sus dos hermanas cuyos nombres aún desconocía.
Ley'ah: - Muy bien, inspiren-dije tomando una bocanada de aire,- y expiren- ahora solté todo el aire.
Tsireya: - Lo'ak lo estás haciendo mal,-ella puso sus manos es su pecho y estómago-, Además tus latidos van muy rápido-. Cuando ella dijo esto se podía notar nerviosismo de Lo'ak a metros.
Lo'ak: - L-losiento-, dijo e intentó bajar la velocidad de sus latidos. Neteyam y Rotxo se intercambiaron miradas burlonas, mientras la hermana más mayor de este ponía los ojos en blanco. La verdad es que todos notábamos lo que sucedía entre ellos, menos ellos mismos. Por mi parte me parecía una estupidez el comportamiento de mi hermana, pero que le iba ha hacer yo...
Me pareció interesante la reacción de burla de Neteyam, ya que el también lo estaba haciendo mal. Así que coloqué mis manos en su pecho y le dije:
Ley'ha: - No te rías tanto por que tu también lo estás haciendo mal,- dicho esto pude ver como Neteyam se tensó con el contacto de mi piel.
Neteyam: - Perdona...-dijo intentando relajarse y mirando hacia otro lado.
Ley'ha: - Neteyam, tus latidos siguen siendo muy rápidos.- moví mis manos hacia su corazón para indicarle que se relajara. Ahora dirigí mis manos a su estómago con suavidad- Tienes que respirar desde aquí,- esto lo dije para a continuación mirarle a los ojos y poder dejarle claro lo que hacer.
Él asintió nerviosamente con la cabeza y procedió a poner en práctica lo que le había indicado.
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Luego de que todos supieran ya como respirar, mis hermanos y yo llamamos a los ilus para poder enseñarles a montarlos.
Procedí a hacer sonidos con mi boca para atraerlos y me di cuenta de como alguien me miraba fijamente, aunque decidí no girarme a comprobar por que ya suponía quién podía ser.
Cuando los ilus llegaron, fui a acariciar al mío para demostrarle a los demás como debían de tratarlos.
Ley'ha: - Bien, coged cada uno a un ilu- dije con una sonrisa mientras saludaba al mío,- Hola Teyam, me alegra tanto verte!,- le acaricié y noté la mirada de todos sobre mí. ¿Que les pasaba, acaso no habían visto nunca a nadie alegre por ver a su ilu? -Ejem,-carraspeé mi garganta para poder seguir con lo que estaba.
Neteyam:- Oye, ¿ me va a atacar o algo?, ya sabes para saber si le gusto o si me ha elegido...-dijo como si lo que acabara de decir tuviera toda la lógica y sentido del mundo.
Mis hermanos y yo no miramos estupefactos.
Ley'ha:- ¿Por que se supone que iba ha hacer eso?-pregunte incrédula.
