Capítulo 47: Vuelta a casa.

210 19 12
                                    


Otro soplido hizo que abriera los ojos con fuerza. Me levanté exaltada, y con la respiración al máximo.
Estaba en mi habitación, encima de mi amaca.

- ¿ Habrás sido otro de esos sueños realistas que últimamente tengo? - fue lo que primero pensé.

- Ley'ha...- escuché a una voz llamarme a mi derecha. Rápidamente giré mi cabeza hacia donde provenía, y observé a Neteyam con cara de cansancio sentado en el suelo. De un salto, se incorporó y caminó hacia mí alegre.

Ley'ha: - Neteyam... ¿Qué haces aq- traté de preguntar, antes de que este me abrazara preocupado. - ¿Qué ocurre? - pregunté sin entender.
Neteyam se apartó de inmediato y me ojeó más preocupado que antes. Colocó sus manos sobre mis mejillas, y al hacerlo noté que él estaba muy cálido en comparación conmigo.

Neteyam: - ¿No recuerdas lo que sucedió? - preguntó. Sus ojos me observaban fijamente sobre los míos, y no los apartó ni por un segundo.

Ley'ha: - Si....., tú me dijiste que tratara de apartarte y eso hice. Pero empecé a marearme y ................- hice un silencio y recordé todo lo ocurrido antes. - Espera, ¿todo eso no fue un sueño? - pregunté confundida.

Neteyam: - ¿Un sueño? No, claro que no, linda. Llevas durmiendo dos días desde que perdiste el conocimiento. - explicó dulcemente. - No sabes cuánto siento haberte hablado tan mal aquella noche. Debí de ceder el sitio y cuidar de ti. No se en qué estaba pen- le corté.

Si todo esto había sido real, significaba que había hablado con Eywa. Y que había visto el futúro, y lo del sacrificio y la nueva era ......., Y TODO ESO.

Ley'ha: - ¡Entonces todo fue real! - grité llevando mis manos a la cabeza. Neteyam me miró confundido, pero no me interrumpió y siguió escuchándome. - ¡Neteyam! ¡He hablado con Eywa! - exclamé asombrada.

Neteyam: - ¿Con Eywa? - parecía preocupado, como si pensase que me había vuelto loca. Él colocó su mano en mi frente, y rápidamente la apartó exaltado. - Estas ardiendo Ley'ha. Te ha subido la fiebre de nuevo, quédate aquí que voy a por unas telas mojadas. No te muevas. - pidió exaltado.
Velozmente, salió de la habitación y escuché como al fondo se movían cajas y pasos de un lado a otro.
Volvió con un cuenco lleno de agua y un trozo grueso de tela en la mano. Apresuradamente, metió el paño en el agua y cuando estuvo completamente mojado, lo estrujó y lo colocó con cuidado en mi frente mientras me tumbaba hacia detrás.

Ley'ha: - Oye no me tumbes, quiero hablar contigo. - me quejé, tratando incorporarme de nuevo. Este sonrió, y volvió a tumbarme con una mano.

Neteyam: - Puedes hablarme estando tumbada. - indicó sonriente. - Ahora quiero que descanses, y que la fiebre te baje. - explicó. - Además, tus padres vendrán pronto. Así que más te vale no estar dando saltos cuando eso pase, por que sino me degollarán por no cuidarte. - dijo divertido.
Reí con su comentario, y me acomodé en la amaca, de forma que ahora podía verlo completamente.

Ley'ha: - ¿Mis padres? ¿Se han ido? - pregunté.

Neteyam: - Sí, se marcharon hace unas horas en busca de unas hierbas medicinales para darte. - recordó. - Todos estábamos muy preocupados por ti. Incluido tu hermano, que no ha dejado de visitarte estos días junto a Tsireya. - indicó.

Pensé por unos segundos en lo que me había dicho. Era sorprendente que Aonung, después de haber echo lo que hizo se hubiera preocupado por mí durante estos dos días que había estado inconsciente. Tal vez, no era tan malo como pensaba y solo trataba de llamar la atención de la única forma que podía.

Ley'ha: - ¿Aonung....me visitó? - pregunté sorprendida. Neteyam sonrió de lado, y colocó una de sus manos en mi mejilla.

Neteyam: - Si. Aunque no lo parezca, te quiere. De echo, a ido en busca de tus frutas favoritas para cuando despiertes. - respondió dulcemente.

En otra Vida// Neteyam.  (REESCRIBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora