Capítulo 28: El Habunga (Parte 1)

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Me había pasado toda la noche dibujando. Dibujar me relajaba y me ayudaba a aclarar mis pensamientos, pero eso había hecho que apenas durmiera por lo que ahora me sentía agotada. Durante la mañana, había ayudado a llevar todas las frutas, pescados y bebidas a la playa, donde esta noche se celebraría el tan esperado Habunga. También me había pasado por la casa de los Sully para informares de la hora e la que se celebraría y como debían ir vestidos, pero para mi desgracia Neteyam no se encontraba en ese momento en su mauri.
Ahora estaba ayudando a Tsireya a elegir lo que se iba a poner. No paraba de probarse cosas y enseñármelas, mientras yo intentaba peinarme. A todo le decía "Eso me gusta" o "Eso te queda genial", pero siempre acababa quitándoselo y después probando algo diferente por que según ella, no le parecía lo suficientemente llamativo. Y sabía por que lo hacía, y a quien quería impresionar.
Sinceramente yo la veía bonita con cualquier cosa que se pusiera, ya que ya de por sí era muy guapa. Yo en cambio opté por algo más sutil y elegante. No quería llamar demasiado la atención pero tampoco ser ignorada, así que elegí una parte arriba blanca entrelazada que justamente tapaba mi pecho y una fina bragita blanca también, que tapaba justo lo que quería. El top tenía incrustadas conchas y estrellas de diferentes tamaños y colores, y de este colgaban unos hilitos con perlas muy pequeñas etrelazadas. Encima de la parte de abajo, había decidido anudar una especie de tela a modo de falda. Esta era un poco transparentosa y de un color violeta tirando para azul celeste.
Por último para el pelo, llevaba una trenza que me colgaba a un lado de los hombros, y en esta había añadido flores de colores y algunas perlas blancas .
Al salir de mi habitación encontré a Tsireya preparada por fin, saliendo de la suya para enseñarme su elección final. Llevaba un top sin tirantes rosa fuerte, con flores de muchos colores decorándolo. En la parte de abajo tenía una falda también rosa con estrellas de mar, conchas y de más. Su pelo estaba decorado con una sutil coronita de flores naranjas y rosas, y se había hecho una especie de semirecogido en forma de un pequeño moño en la parte de arriba, ya que lo demás iba suelto.
Me quedé embobada viéndola, ya que reamente iba preciosa. Mucho más que yo en mi opinión.

Ley'ha: - Reya estás.......- dije mientras buscaba las palabras exactas para expresar lo que sentía.- Perfecta.....- dije al fin.

Tsireya: - ¿Enserio piensas eso? Yo creo que me he pasado un poco....- dijo mirándome de arriba a abajo.- ¡Pero tu si que estas perfecta!- dijo sorprendida.- Aunque te falta algo........- me miró pensativa y entró a mi habitación en busca de algo.
Esperé pacientemente hasta que llegara, y al paso de unos minutos volvió con algo en sus manos. Era una tiara, y no una corriente. Esta que llevaba me la había regalo un viejo amigo, Jaeb........ Nunca la usaba ya que siempre que la veía me recordaba a él, y eso era bastante doloroso para mí.

Ley'ha: - No, n-no me voy a poner eso.- dije negándolo con la cabeza. Tsireya me miró decepcionada y se acercó con la intención de dármela.- No Tsireya, no quiero ponérmela .- le dije decidida.

Tsireya: - Ley'ha vamos.....- dijo con súplica.- Ya ha pasado un año de eso.... Pensé que lo habías superado...- sus ojos expresaban pena. Pero no por la tiara si no por mí. Esa corona fue lo último que él me regaló y cada vez que la veía me era imposible no dejar salir alguna lágrima. Así que cerré los ojos con fuerza, conté hasta diez y le dije que se la llevara a dónde estaba antes. Ella no rechistó y con obediencia se fue a mi habitación y la dejó como yo le había pedido. Cuando llegó me miró otra vez con pena y se dirigió a la habitación de madre.

Tsireya : - Ahora vuelvo.- dijo al marcharse. Nuevamente esperé a que llegara de la habitación, y cuando llegó volvía a tener las manos ocupadas. Esta vez también llevaba una tiara, pero esta era más elegante y llamativa. Era la tiara de thsahit de mi madre, con la que jamás la había visto puesta. Realmente era hermosa. La tiara estaba hacha de corales azul cien, y por encima tenía incrustadas conchas y pequeñas perlitas que la decoraban.- Listo ahora pruébatela.- dijo sonriente mientras me la ofrecía.

En otra Vida// Neteyam.  (REESCRIBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora