En otra Vida// Neteyam. (REESCRIBIENDO)

Capítulo 45: Pelea de hermanos

                            Neytiri

Era gracioso ver cómo se relajó cuando me fui por primera vez. Me alejé de ellos supuestamente "para coger algo", cuando mi verdadera intención fue la de espiarles.
Soy una madre protectora, y no voy a dejar que cualquiera esté con mis hijos. Noté que tanto a Kiri como a Tuktirey y a Lo'ak, les agradaba la presencia de la princesa metkayina. Se comportaron diferentes cuando yo no estaba que cuando les estaba vigilando. Pero tenía que hacerlo, ya que tal vez la chica se estaba comportando así de educada solo para darme buena impresión y tal vez no era así de verdad.

Para mi sorpresa, Ley'ha no tenía nada que ocultar. Era simpática con mis hijos, y se veía que amaba a mi Neteyam. De echo, me había gustado más su personalidad cuando estaban a solas que cuando yo me encontraba presente. Es decir, que era de mi agrado su forma de ser.

Hubiera querido quedarme la noche con ella para seguir evaluándola, pero no me quedó otra que partir del lugar. Tenía que ayudar a Ma'Jake, ya que según lo que me había dicho por el pinganillo, las cosas no estaban yendo muy bien por allí.
Antes de irme, improvisé con una de las cestas que había en la entrada, y metí algunos medicamentos al azar de las cajas que había por allí. Como seguramente Kiri se encargaría de curarla, no me preocupaba meter algún medicamento incorrecto porque ella se daría cuenta al instante y lo cambiaría de inmediato.

En conclusión, Ley'ha me había gustado para Neteyam. Según había escuchado, ella había sido entrenada desde pequeña por lo que era una gran guerrera. También tenía buenos atributos físicos, y un corazón fuerte. De todas formas seguiría investigándola más a fondo, ahora que mi hijo la consideraba como su pareja y futura thsahit Omaticaya y Metkayina.

                                                 Ley'ha

Lo'ak: - Bueno.....estamos solos. ¿Qué hacemos? - preguntó aburrido. Este se sentó a mi lado y me miró esperando una respuesta por mi parte. Como este no era mi hogar, no veía conveniente sugerir cosas sin antes saber las normas que aquí se regían. Además, el cansancio me estaba matando y cada vez mis ojos pesaban más y más.

Neteyam: - Nada. Lo primero es sanar las heridas de Ley'ha. Hasta que no acabe con eso, no pienso irme de aquí. - señaló severo. Luego se levantó y trajo hacia nosotros la cesta que su madre había dejado. La contempló con precisión y volvió a sentarse a mi lado.

Kiri: - ¿Que acabes? Querrás decir QUE YO acabe. - resaltó. - Todos sabemos que la única que sabe de medicina aquí soy YO. - dijo con orgullo. Le dediqué una sonrisa, y en cambio Neteyam arqueó una de sus cejas y cruzó sus brazos molesto.

Neteyam: - De todas formas pienso ayudar. - indicó mirando hacia otro lado.
Tuk, la cual hace un rato había desaparecido, dio un salto justo entre nosotros y abrió los brazos con alegría. Llevaba una extraña capa roja que cubría sus hombros y una diadema del mismo color que recogía su pelo hacia detrás.
Una avalancha de risa empezó querer salir de mí, así que como no quería que se volviera a enfadar por reírme de ella, me aferré al brazo de Neteyam y la tapé de mi campo de visión.
Todo fue en vano, por que otra vez comencé a reír. Hubo un silencio donde solo se escuchaba mi voz, y otra vez todos comenzaron a reír. Neteyam apoyó su cabeza sobre la mía, y rió por mi reacción.

Lo'ak: - ¿Por qué carajos llevas eso? - preguntó. - Pareces loca. - indicó. Su comentario hizo que la situación pareciera más graciosa, (al menos desde mi punto de vista), y mi risa se volvió más fuerte.

Kiri: - ¡Lo'ak! No le digas eso. - dijo tratando de aguantarse la risa. - ¿Tuk, eso no es de la abuela?- preguntó. Eché un vistazo a Tuk, y a esta se le había borrado la sonrisa por completo.