Capítulo 49: Tulkum asesinado.

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Fui desenroscando las piernas de su cintura lentamente y con mucho cuidado, Neteyam me dejó en el suelo. Nada más apoyarme en mis piernas, estas flojearon y no resistieron mi peso. Si no fuera porque él me sujetó a tiempo, hubiera caído estrepitosamente al suelo.

Neteyam rió divertido por lo sucedido mientras se agachaba para coger su taparrabos, y yo me limité a separar nuestras trenzas y sujetarme de la pared como pude. Cuando se subió la prenda, le ayudé a atársela alrededor de la cintura y bajo la cola.
Mis piernas temblaban exageradamente, y del interior de mis muslos caía el líquido de antes. Él se percató de ello, ya que agarró el paño húmedo que antes había colocado en mi frente para bajarme la fiebre, y limpió mis piernas con una sonrisilla.

Ley'ha: - ¿ Qué te hace tanta gracia?...- pregunté aún temblando. Este soltó el paño y dejó salir una pequeña risita de sus labios.

Neteyam: - Nada linda. Solo estoy feliz de que estés conmigo.... - confesó mirándome a los ojos. Sonreí tímidamente, y pegué un rebote cuando mi hermano entró de golpe a la habitación. Este nos fulminó con la mirada y cruzó sus brazos desconfiado.

Aonung: - ¿Qué estabais haciendo? - preguntó interrogándonos. Se acercó a donde estábamos y revisó nuestros cuerpos de arriba a abajo. - Estáis sudados.....- indicó señalándonos de forma sospechosa. Estaba tratando de contener los temblores de mis piernas agarrándome al brazo de Neteyam, pero de vez en cuando alguna de las dos se movía ligeramente.

Neteyam: - Porque aquí hace calor. Mejor salgamos ya. - dijo despreocupado. Le miré feliz, ya que eso significaba que podría ir a fuera con los demás. No es que fuera me esperase algo bueno, pero quería estar allí para apoyar a mi madre con su pérdida.

Ley'ha: - S-Si salgamos.... - apoyé. Mi cuerpo todavía estaba bajo los efectos de haber hecho el amor con Neteyam, me sentía muy caliente y mis mejillas estaban coloradas.

Solté el brazo de Neteyam, y caminé unos pasos hacia delante. Como no, mis piernas perdieron el equilibrio y otra vez, él vino en mi rescate y me sostuvo. Aonung me miró preocupado y me ofreció una mano, la cual yo rechacé. No quería que malpensase y descubriera el por qué de mi debilidad en las piernas.

Aonung: - ¡¿Estás bien?! ¡¿Pero no decías que habías recuperado toda tu energía?! - preguntó alterado.

Ley'ha: - Si, si. Estoy estupendamente, solo que.......esto....emmm.... - no se me ocurría nada que decir como excusa, ya que todo sonaba mal en mi mente.

Neteyam: - Ella está bien. Solo tiene calor, por eso es mejor que salgamos ya y que le de el aire.- me defendió. Asentí mi cabeza nerviosamente y esperé a que mi hermano se lo creyera. Este alzó sus hombros y dio media vuelta.

Aonung: - Pues entonces salgamos, no hay tiempo que perder. - exclamó antes de perderse de camino hacia la playa.

Volví a tratar de ponerme en pie, pero de nuevo, mis piernas flaquearon y me fue imposible sostener mi cuerpo. Neteyam rió divertido, y colocó un brazo tras mis piernas y otro tras la espalda, para después alzarme y cogerme en brazos.

Neteyam: - ¿Sabes por qué te dejo que vayas? - preguntó divertido.

Ley'ha: - ¿Por qué confías en que no me va a pasar nada malo? ... - respondí dudosa. Él negó con la cabeza y comenzó a caminar conmigo hacia la salida.

Neteyam: - Porque......ahora estoy seguro de que no te vas a poder separar de mí. - respondió con picardía. Abrí los ojos sorprendida al descubrir que la que había caído en una trampa había sido yo en vez de él, ya que ahora, apenas podía dar unos pasos sin caerme a no ser que él estuviera a mi lado.

En otra Vida// Neteyam.  (REESCRIBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora