Capítulo 53: - De camino a la nueva era. (Final)

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Una fuerte ventisca sobre mi cuerpo, hizo que abriese los ojos de golpe. Volvía a estar en ese lugar blanco donde me encontré con Eywa, por lo que no había nada a mi alrededor, a excepción de algunas atokirinas que bailaban a mi lado.

- ¿He muerto? -pensé. Otra ventisca de aire fresco rodeó mi cuerpo, y las semillas de Eywa giraron sobre mí.

Voz: - Sí, ahora estás conmigo. - respondió tranquilamente. Esta vez no me sorprendí porque leyera mi mente, ya lo tenía un poco asimilado.

Ley'ha: - Ah....... - dije . - ¿Nosotros éramos los sacrificios, verdad? - pregunté, refiriéndome a Neteyam y yo. Ahora al pensar en su pérdida, no sentía ninguna pena ni agonía. De hecho, me encontraba tranquila y relajada en este lugar. Como un bebé en los brazos de su madre.

Voz: - Sí. - confirmo un poco apenada. - Siento mucho por lo que has pasado, mi dulce niña. - se disculpó. - Pero no lo hubiera hecho si no fuese realmente necesario. - indicó.

Ley'ha: - Entiendo...- respondí. Aunque no sintiera pena ni dolor, en mi estómago sentía impotencia por no poder haber frenado a Quaritch y su gente.

Voz: - Sé que ahora mismo no puedes sentir tristeza, pero noto cierta sed de venganza en ti. - dijo con su calmada voz.

Ley'ha: - Bueno..., no pude hacer nada para salvarle. - expliqué. - Y Quaritch y los demás avatares me arrebataron a la fuerza a quien quería. - añadí.

Voz: - Comprendo, hija. Pero la venganza es mala, solo trae dolor y envenena el alma. - señaló. - Pero no te he traído aquí para hablar de ellos. Te he traído para hablar de tu futuro. - dijo.

Ley'ha: - ¿Mi futuro? No sabía que los muertos tenían futuro... - dije sorprendida.

Voz: - Y no lo tienen. Solo conviven con las demás almas, a mi lado. - explicó. Otra vez, no comprendía lo que me decía. Si los muertos no tenían futuro, ¿Por qué íbamos a hablar del mío? Yo solo quería rencontrarme con Neteyam en alguna parte de Eywa.

Ley'ha: - ¿Entonces porqué íbamos a hablar del futuro de alguien que no tiene? En este caso, yo. - pregunté. Ella rió, y las atokirinas bailaron felices al escucharla.

Voz: - Porque tú no estás muerta. - señaló. - Y Neteyam, ese chico que tanto quieres, tampoco. - dijo feliz. Abrí los ojos como soles y alcé la cabeza sorprendida.

Ley'ha: - ¡¿Él sigue vivo?! - pregunté ilusionada. Esto no tenía sentido, yo misma le había visto morir.

Voz: - Tampoco es eso. Digamos....., que ambos estáis en un proceso de cambio. - explicó.

Ley'ha: - ¿De cambio a qué? - pregunté ahora más intrigada aún que antes.

Voz: - De cambio a una nueva vida. - explicó. - Ley'ha, ambos renaceréis en otro mundo para arreglar lo que en este no he podido solucionar. Él volverá a nacer con su misma familia en el bosque, pero tú..... tendrás que nacer en otro lugar mucho más diferente. - dijo.

Ley'ha: - ¡No me importa! - exclamé feliz. - Si así puedo ver a Neteyam, no me importa renacer en otro lugar. - expliqué ilusionada por la noticia.

Voz: - Me lo imaginaba. - rió. - Pero debo advertirte de que no será fácil. Aún estás a tiempo de rechazar la misión. - indicó. - Aunque el lado positivo, es que en ese lugar, Quaritch no existirá. Por lo que en ningún momento, los Sully tendrán la necesidad de abandonar su hogar. - dijo animada.

Ley'ha: - ¡Pero si no abandonan su hogar, jamás le conoceré porque nunca vendrán a mi clan! - exclamé.

Voz: - Calma, calma. Si os conoceréis, pero como antes te dije, tú ya no serás una metkayina. Al menos no físicamente.....- explicó.

Ley'ha: - ¡¿Qué?! ¿Pero y mi familia, qué pasará con ella? - pregunté exaltada. Si yo ya no iba a ser metkayina, no quería ni imaginarme en lo que ellos se convertirían.

Voz: - Ellos vivirán su vida normal, solo que Aonung será el hermano mayor en vez del mediano. Será como si nunca te hubieran conocido. - explicó. Era doloroso saber que tu familia no te recordaría ni sabría de tu existencia. Además, no vme imaginaba a Aonung como futuro Oloeyktan, era demasiado impulsivo e irresponsable.

Ley'ha: - ¿Pero al renacer...., guardaré recuerdos de esta vida? - pregunté. Tal vez si yo e acordaba de ellos, podría ir a visitarlos aunque no supieran quien era realmente.

Voz: - No, pero recordarás algunos rostros. Y cuando los veas, sabrás que debes seguir a esa gente para cumplir tu misión. - explicó con paciencia.

Ley'ha: - Lo siento si soy muy pesada..., ¿Pero cuál es mi misión exactamente? - volví a preguntar. Hubo un silencio, y las Atokirinas me rodearon y comenzaron a girar.

Voz: - Tu misión es la de salvar Pandora. Pero tranquila, no lo harás sola. Habrá gente que te acompañe y cuando llegue el momento, yo te otorgaré un don que deberás usar para vencer. - explicó, como si lo que dijera tuviera todo el sentido del mundo.

Ley'ha: - ¡¿Un don?! ¿Cuál? - pregunté ilusionada.

Voz: - Eso lo tendrás que descubrir tú sola. - indicó.- Aunque esta conversación es posible que no la recuerdes, te pido que intentes memorizar tus orígenes. Que no olvides tu conexión con el mar y que siempre tengas por sabido que te estaré protegiendo. - pidió. - Ahora no te detengo más heroína. La vida en este planeta depende de ti. - recordó.

Ley'ha: - ¡Espera! ¿Ya me voy? - pregunté agitada. Las Atokirinas giraron más rápido, y todo volvió a empezar a oscurecerse de nuevo.

Voz: - Buen viaje, hija mía. - se despidió.

Las semillas, me envolvieron por completo y sentí como si mi cuerpo estuviera cambiando. Algo de origen desconocido empezó a subducirme hasta un enorme aro de luz, e imágenes de mi infancia aparecieron por todos lados.

Vi a mi hermano junto a mí en la playa, y a Tsireya y yo cantando de pequeñas. A medida que avanzaba hacia el aro, más avanzaba en el tiempo. Ahora, estaba viendo mis recuerdos del día en el que los Sully llegaron por primera vez, y en un abrir y cerrar de ojos toda mi vida desde ese momento pasó hasta el momento de mi muerte.
Vi a Tsireya llorando sobre mi cuerpo sin vida, y a Aonung llegando con lágrimas en los ojos. Quería gritarles que estaba bien y que dejasen de llorar, así que junté todas mis fuerzas y cerré los ojos para gritar.
Al hacerlo, un llanto de bebé salió de mis labios. Extrañada, abrí los ojos y un montón de luz me deslumbró. Sentí como unas manos me cogían y la a alguien hablar en la lengua de las gente del cielo.

Alguien: - Es una bebé preciosa. - dijo una voz de hombre, justo antes de que perdiera el conocimiento.

                                                                                               FIN (por ahora......)

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Nota de la Autora.

Bueno...., hasta aquí sigue "En otra vida". Me despido de vosotros por aquí, pero os saludaré en la siguiente parte del libro.
Si entráis a mi perfil, podréis ver el otro libro, llamado "Nueva vida".

Os agradezco muchísimo a todos los que me habéis acompañado en esta experiencia, y como no, os espero en el siguiente libro.

Os quiero,

Nuahs }

ADIOSSS, NOS VEMOS EN EL LA OTRA HISTORIA!

Posdata: No olvidéis comentar que os ha parecido el cap, y votarlo pliiiiiiiis.

En otra Vida// Neteyam.  (REESCRIBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora