Capítulo 44: Neytiri.

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El hogar de los Sully era un completo desastre. Había una mitad del mauri que estaba meticulosamente ordenada, pero la otra mitad parecía ser la guarida de un animal salvaje. Tenía miles de cosas por el suelo, como juguetes de Tuk, taparabos colgando de las amacas, libros, bolsas y cajas con extraños aparatos en su interior.
Cuando pisé la entrada, me quedé embobada con tal diferencia. Cada lado del mauri era un polo completamente opuesto que que el otro.
Neteyam también parecía sorprendido, como si antes de haberse ido esto no estuviera así. Miró de un lado a otro, y luego buscó a su hermano con la mirada. El cual andaba de aquí para allá ayudando a su madre a cargar cajas.

Neteyam: - ¿Pero qué ha pasado aquí? - preguntó. Lo'ak le miró por una décima de segundo, y siguió a lo suyo como si nada. - Lo'ak, mi amaca y la de kiri están llenas de tus sucios taparrabos.

Lo'ak: - No se de que hablas. Mi parte está ordenada, como me pediste. - dijo y señaló la parte ordenada del mauri. Neteyam parecía estar a punto de estallar. Había apretado sus puños, y apretado su mandíbula como solía hacer al enfadarse.

Neteyam: - Lo'ak, mi amaca y la de Kiri están llenas de tus sucios taparrabos. Y por no hablar de los juguetes de Tuk,- hizo un respiro para mirar el lugar. -  ¡Que están por todas partes! - gritó cabreado.
Tuk que parecía querer acercarse a saludar, ahora se había alejado sigilosamente y escondido tras unas cajas. Observé el ceño fruncido de Neteyam y agarré una de sus manos para tratar de tranquilizarle.
Este dirigió su mirada rápidamente hacia mí, y trató de relajarse y sonreír. Me agradaban sus manos, estas eran más grandes que las mías y siempre estaban cálidas para mí. Al agarrarlas, sentía cosquillas que subían desde mis palmas hasta el corazón.

Neteyam: - Lo siento Ma'Ley......No quería que me vieras así......- se disculpó. Este bajó su cabeza como disculpa, y luego volvió a alzarla para encontrarse con la perturbadora mirada de su madre.
¿ME HABÍA LLAMADO MA'LEY? Osea que prácticamente estaba afirmando que estábamos en una relación.
No me lo podía creer, esto era demasiado bueno para ser verdad. Valía la pena haber sido secuestrada, si con eso había conseguido que Neteyam se declarase y me nombrase oficialmente su pareja.

Sonreí ligeramente al escuchar como me había nombrado, y miré hacia el frente nerviosamente. Cuando lo hice, pude presenciar al demonio mismo observarme con los ojos muy abiertos. Ese demonio era Neytiri, que había dejado caer todas sus cosas al suelo y nos contemplaba en shock. Primero miraba a su hijo y luego a mí, así sucesivamente.
A ella se le sumó Tuk que de tanta sorpresa, cayó al suelo estrepitosamente tras saltar de una amaca a otra. Rápidamente, Kiri fue ha ayudarla mientras su madre se acercaba a nosotros furiosa.

Neytiri: - ¡Neteyam! ¡¿Cómo has podido llamarla así?! - preguntó alocada. La miré asustada cuando sus ojos se posaron en mí, despreciando cada parte de mí. Noté como Neteyam apretó mi mano ligeramente tratando de tranquilizarme.

Neteyam: - Madre, ella es mi pareja. Creo que es correcta la forma en la que la llamé. - indicó en defensa. Esta abrió sus ojos ofendida y cruzó sus brazos disgustada.

Neytiri: - ¡¿Te has vinculado con ella?! - preguntó a gritos. - ¡Te dije que no te acercaras a la hija de los jefes cuando sospechaba que sentías algo por ella, aquel día con tu padre y hermano! - exclamó .

Neteyam: - Nos unimos bajo Eywa. Ya no hay nada que puedas hacer para impedirme estar con Ley'ha. - aclaró. Pacecía tranquilo, pero sabía que por dentro estaba nervioso. Temía que no me fueran a aceptar en su familia.

Neytiri: - ¡Eres un inconsciente! ¡Sois muy jóvenes aún para ser pareja! - reclamó mientras colocaba sus manos en la cabeza.

Neteyam: - ¡Seré joven pero no tonto! Se cuidar de mí y te aseguro que también lo haré con ella. - respaldó subiendo el tono de voz. Su madre le miró estupefacta y abrió la boca para hablar, pero justo Neteyam le interrumpió. - La amo. Ella me hace feliz, y si me quieres como hijo, te pido que aceptes nuestra relación. - dijo. Su madre nos observó detenidamente por unos segundos, y luego apartó la mirada con un suspiro.

En otra Vida// Neteyam.  (REESCRIBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora