En otra Vida// Neteyam. (REESCRIBIENDO)

Capítulo 43: ¿Dormiré contigo?

Neteyam: - Agárrate, vamos a bajar. - ordenó con una sonrisa.

Obedecí al instante, y volví a agarrarme a él. Apoyé mi cabeza en su hombro, disfrutando de lo poco que quedaba de viaje. Parecía mentira, pero finalmente había superado mi miedo a las alturas. Había pasado un momento tan mágico con él, que ahora al pensar en volar o en grandes alturas, solo podía sonreír.

Ley'ha: - Parecen preocupados..... - dije pensativa, refiriéndome a los de abajo. -¿Todo el pueblo sabe de mi secuestro? - pregunté. Si así era, nada más llegar comenzarían a atiborrarme en preguntas y consejos para sanar mis heridas. Quería mucho a mi gente, pero en estos momentos no tenía nada de ganas de pasar por eso.

Neteyam: - No, solo algunos. Tratamos de que solo se enterasen algunos guerreros de mi clan y del tuyo para no causar el pánico en el clan. Pero cuando tus hermanos vieron que no llegabas a casa, comenzaron a sospechar. Al final tuvimos que explicarles la situación , y a Tsireya se le escapó diciéndoselo a Lo'ak. Y pues......, Lo'ak se lo dijo a Kiri y Tuk también se enteró. - explicó. - Lo siento. - se disculpó.

Ley'ha: - No importa. No me molesta que lo sepa tu familia, seguro que Kiri estuvo preocupada al enterarse.... - indiqué. En el fondo, me aliviaba que solo ellos lo supieran.

Aterrizamos sin dificultad en la arena. Neteyam bajó rápidamente y luego se dirigió a mí para ayudarme. Este sujetó mis caderas y las alzó, para finalmente dejarme en el suelo.

Ley'ha: - Gra- intenté agradecer. Alguien se abalanzó sobre mí, y no se como, pero milagrosamente no caí al suelo. Había sido Kiri, que junto a Tsireya ahora me estaban abrazando.

Kiri: - ¡Ley'ha! ¡Casi me da un segundo infarto cuando me enteré! - dijo mientras apretaba más el abrazo.

Tsireya: - Estaba muy p-preocupada, pensé que t-te habías muerto. - dijo sin apenas poder hablar. Ella estaba llorando como loca, y sus lágrimas comenzaron a rozar algunas de mis heridas, provocando escozor.

Ley'ha: - Vale, vale. Estoy bien... - dije tratando de consolarlas. Parecía que las secuestradas habían sido ellas y no yo. A pesar de haberles dicho eso, ellas no me soltaron. Es más, aumentaron la fuerza de su abrazo, intensificando mi dolor. - ¡A-Ah quitar que duelee!- dije mientras trataba de separarlas de mí.

Rápidamente, ambas se alejaron y me contemplaron con tristeza. Sabía que mi aspecto debía de ser pésimo, pero que me mirasen así ya era peor. Un montón de recuerdos en el barco comenzaron a resurgir en mi cabeza. Mi vista comenzó a emborronarse y poco a poco me fueron entrando ganas de llorar.

Ley'ha: - Os h-he echado de menos.... - dije con la voz entrecortada. Ellas comenzaron a hacer una especie de puchero, se dedicaron unas miradas cómplices y rápidamente volvieron a abrazarme.

Kiri: - ¡No lloreeeees! ¡Que si no yo también voy a empezar a llorar!- se quejó. Tsireya comenzó a llorar de nuevo, y después se sumó Kiri también. Tanta pena y lágrimas de ambas hizo que se me contagiase a mí también. Así que finalmente, acabé llorando yo también.

Noté la mirada de los guerreros encima de nosotras, y la de Neteyam. Este sonreía, pero a la vez parecía preocupado.

De repente, comenzó a acercarse a nosotras y cuando estuvo cerca, interpuso una mano entre todas y nos separó.

Neteyam: - Ya,ya. Entiendo que os queráis, pero Ley'ha necesita descansar. - dijo seriamente.- Además, hoy dormirás en mi mauri. - me informó con una sonrisa. Miré a Kiri para confirmar si esto era verdad, y ella asintió ilusionada a las palabras de su hermano. Como me parecía extraño este cambio, miré también a Tsireya para contrastar la información. Ella también asintió, dejándome aún más confundida que antes.