Capítulo 39: Me llamo Ley'ha...

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Neteyam

Neteyam: - ¿Entonces atacaremos desde aquí? - pregunté. Señalé la zona del mapa que habían indicado, y apoyé mi dedo sobre esta. Llevaba toda la mañana y lo que llevaba de tarde, en el mauri de los jefes del clan. No había comido nada desde el día anterior, pero no tenía hambre. No sabiendo que Ley'ha estaba sufriendo en manos del enemigo.

Tonowari: - Sí, siempre y cuando pasen por la corriente sur. - afirmó. Había un 50% de probabilidad de que pasasen por allí, si no, lo harían por la corriente del este. Me habían obligado a quedarme callado, y guardar como secreto el secuestro de Ley'ha. Decían que si el pueblo se enteraba, estallaría una guerra contra la gente del cielo, com la que sucedió n mi clan hace tiempo atrás.
Acepté quedarme en silencio, solo con una condición. Que me dejasen participar en el rescate. Al principio se negaron completamente, sobre todo mi padre. Pero al final acabaron aceptando por mi insistencia.
Era un guerrero, y había sido entrenado toda mi vida para luchar. Que menos que hacerlo ahora por ella.

Jake: - ¿Y cómo podemos estar seguros de que pasarán por ahí? - preguntó, con los brazos cruzados. Esa era la posición que normalmente tomaba cuando estaba muy concentrado o planeaba algo.

Tonowari: - No podremos estarlo. Pero, últimamente se han dado registros de ataques a Tulkum por esas zonas. Siempre sospechamos que se trataba de ellos, pero nunca llegamos a atacar por que no se encontraban en nuestro terreno.- explicó.
Era como echar a suertes. Si acertábamos con el lugar, conseguiríamos salvarla, si no, perderíamos. Y no pensaba hacerlo.

Neteyam: - ¿Y no podemos ocupar ambas corrientes? - pregunté. - Si eligen la del sur, estaremos preparados, y si en cambio eligen la del este, también habrán na'vis allí para luchar. - resalté. Tenía que plantear todas las opciones posibles que hubiera, si quería que esto tuviera éxito.

Tonowari: - ¿Te crees que no lo he pensado antes? - preguntó con ironía. - No contamos con los suficientes guerreros, no si queremos que el pueblo no se entere. Si mandamos toneladas de metkayinas a un lado y a otro, comenzarán a sospechar.- aclaró. Tonowari era sabio, más que yo. Tantos años como Oloeyktan le habían otorgado experiencias y conocimientos que yo aún no tenía. Todavía tenía que aprender mucho, para poder llegar a ser un buen Oloeyktan en el futuro.

Neteyam: - ¿Y si mandamos de los nuestros? - propuse. - Es decir, guerreros omaticaya que luchen junto a los metkayina. Estos podrían descansar en las islas vecinas, y así los de este clan no los notarían. - expliqué. El Oloeyktan giró su cabeza rápidamente hacia mi padre. Quería confirmar si eso era posible.

Jake: - Es buena idea. Los guerreros de nuestro clan aceptarán cualquier oportunidad de enfrentarse contra Quaritch y su tropa. - indicó. En otro momento, habría sonreído al escucharle decir que había tenido una buena idea. Mi padre era un gran ejemplo a seguir, todo lo que el me alagase lo sentía con mucho honor. Pero ahora mismo solo quería actuar, y estaba diciendo lo primero que me venía a la cabeza. Con suerte, había salido un plan inteligente.

Tonowari: - Bien, así haremos. - indicó emocionado. - Gracias por ofrecerte en esta misión Toruck Mackto, a pesar de no estar involucrado. - agradeció. Mi padre asintió la cabeza on respeto, y luego dirigió su mirada a mí.

Jake: - Dáselas a mi hijo, el tuvo la idea. - indicó. Apoyó sus brazos sobre mi hombros y los sacudió levemente. Yo solo incliné la cabeza con respeto, y seguí pensando en el plan. Ahora mismo no estaba para halagos, por muy importantes que fueran las personas que los dieran.

Tonowari: - Tienes razón. Gracias Neteyam Sully por ayudarnos. - agradeció. - A pesar de ser joven has mostrado ser digno de la palabra guerrero, ofreciéndote para luchar en esta guerra que ni si quiera es tuya. - indicó. Mi padre sonrió, esperando mi respuesta. Pero no hubo ninguna de mi parte, no hasta que sentí un pellizco en la espalda. Ahí fue cuando supe que debía agradecerle por sus palabras.

En otra Vida// Neteyam.  (REESCRIBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora