Capítulo 48: Chantaje

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Neteyam se había sentado con las piernas cruzadas, justo delante de mí. Ahora mismo, estaba tratando de asimilar todo lo que le había contado, desde la visión que tuve en su bosque hasta todo lo que Eywa había mencionado.
Tomó aire y suspiró hacia un lado.

Neteyam: - Entonces....¿Dices que tienen que haber dos sacrificios para pasar a la siguiente.....era?- preguntó sin apenas pestañear.

Ley'ha: - Si....... Se que suena raro, incluso un poco demoníaco.......- dije mientras apretaba los puños. Solía hacer eso cuando afrontaba algún problema, lograba calmarme.

Neteyam: - Y que lo digas......- afirmó. - Pero, ¿Y no te dijo quiénes debían de ser los que se sacrifiquen? - preguntó mirando el suelo.

Ley'ha: - No, nada de nada... Según ella, ya no nos quedaba más tiempo para hablar. Solo sé que necesita mi ayuda..... para algo. - expliqué, recordando lo que dijo.
Alzó su cabeza y dirigió su mirada hacia mí. Rascó su nuca pensativo, y luego cruzó sus brazos.

Neteyam: - ¿Y no puedes llamarla o algo así? Y así le preguntas.... - dijo de repente.

Ley'ha: - Sí claro, y ya de paso voy y le invito a nadar en ilu. - ofrecí con ironía. Él volvió a suspirar con agonía y apoyó su cabeza sobre las manos. - Neteyam no seas bruto y deja de decir cosas poco realistas.... Eso no va así. - expliqué.

Neteyam: - Ya lo sé, Ley'ha.... Pero entiende que lo que me dices tampoco es muy realista que digamos. - indicó con un tono desesperante. - Me acabas de decir que has hablado con la Gran Madre, y te ha dicho que como no mueran dos na'vis el futuro va a ser una mierda. ¡Y para colmo, necesita tu ayuda!- exclamó con frustración.

Era una locura pensar que me creería así de golpe. Pero no le culpaba ya que cualquiera dudaría con algo así. Todo esto estaba siendo surrealista.

Ley'ha: - Entiendo que no me creas...., yo tampoco lo haría. - confesé. Él cogió una de mis manos y la atrajo hacia él, para acariciarla con tensión

Neteyam: - No, no. No digas eso. Yo te creo...., lo que pasa es que... me preocupa que uno de esos sacrificios seas tú. - confesó. - Ley'ha, me aterra la posibilidad de perderte. Ya lo hice una vez, y no voy a permitir que vuelva a ocurrir. - dijo seriamente.

Ley'ha: - No me vas a perder.... Si Eywa dice que me necesita, no creo que me quiera muerta para ayudarla, ¿No? - pregunté sarcástica.

El sonido de pasos entrando al mauri nos alertó de que ya habían llegado. Por mi puerta, aparecieron Aonung y Tsireya que al verme despierta abrieron los ojos sorprendidos.

Aonung: - Ley'ha....- me llamó sorprendido. Lentamente, se acercó a donde estaba, mientras yo me levantaba para poder hablar con él en condiciones. Cuando estuvimos de frente, vi como arrugaba su nariz, y sus labios hacían forma de puchero. Este trataba de disimularlo, pero se notaba que tenía ganas de llorar. Suspiré con una sonrisa, y abrí mis brazos para que me abrazase. - Lo siento por todo...... - se disculpó, antes de aceptar abrazarme con fuerza.

Ley'ha: - Eres un skxáwng.......( tonto en na'vi)- dije. Él rió y rápidamente se separó del abrazo, dejando a Tsireya que lo hiciera también. - Bueno, bueno.... Ya me habéis dejado lo suficientemente claro que me habéis echado de menos. - reí mientras Tsireya me ahogaba en su abrazo.

Tsireya se separó con una sonrisa, y mi hermano se aclaró la garganta. Solía hacerlo siempre antes de hablar, así que escuché atentamente.

Aonung: - Ley'ha, siento que no podamos celebrar esto como debería ser.........- se disculpó. - Pero.......están atacando a nuestros hermanos espirituales. Y ahora que estás despierta, si puedes mantenerte en pie, es conveniente que vengas a ver lo sucedido. - pidió.

En otra Vida// Neteyam.  (REESCRIBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora