Capítulo 42: Volando sobre estrellas.

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                                             Ley'ha

Ley'ha: - ¿Neteyam..........? - pregunté. No podía creer lo que estaba viendo. Era él, con su arco y flechas, vestido como guerrero.



Neteyam: - ¡¿Ley'ha estás bien?! - preguntó al ver mi aspecto. Seguramente mi cara estaría llena de moretones, y mi pelo despeinado. No quería que me viera así, pero la necesidad era mayor. Y yo necesitaba salir de aquí.

Me abalancé sobre él, y le abracé con fuerza. Le había echado tanto de menos que al verlo delante de mí, me hizo inevitable no querer pegarme a él. Otra vez, comencé a llorar como una niña. Lo había pasado tan mal aquí, que aunque solo hubieran sido tres días para mí había sido como un mes.

Rápidamente, noté sus brazos sobre mí haciéndome sentir que ya estaba a salvo. Mis piernas se relajaron y dejaron de hacer fuerza, por lo que me desplomé. Si no fuera por que este me sujetaba, habría caído al suelo estrepitosamente.



Neteyam: - ¡La encontré! ¡Está aquí! - gritó en alto. No sabía a quién se lo decía, pero no me importó. Al fin estaba con él. - Ley'ha, tranquila te voy a sacar de aquí. - dijo. Noté caricias en mi cabeza, que cesaron al colocar su brazo en mis piernas y espalda. Con fuerza, me levantó del suelo para después, cogerme en brazos con delicadeza. - Si te hago daño avísame. - me ordenó.

Asentí con mi cabeza y me aferré más a él. No quería separarme de su lado, si pudiera, me quedaría así toda la vida. Su piel estaba cálida, pero húmeda. Seguramente habría venido hasta aquí en ilu y por eso estaba mojado con agua del mar.



Ley'ha: - ¿Q-Qué haces aquí? - pregunté entre sollozos. Entre todas las cosas que pudieran haber pasado al abrir la puerta, encontrarme con él era la que menos me esperaba.



Neteyam: - ¿Quién demonios te ha echo todo esto? - preguntó. Había ignorado mi pregunta, así que miré hacia arriba para encontrare con su rostro. Este tenía ojeras y lucía serio, pero no serio de formalidad. Lucía un semblante serio pero con una expresión de ira. Estaba apretando la mandíbula y sus ojos recorrían mi cuerpo con furia. - Ley'ha quién te- iba a repetir la oración, pero una voz familiar nos interrumpió detrás de nosotros.



- ¡Ley'ha! - me llamó la voz femenina. Giré mi cabeza hacia donde provenía la voz y cuando lo hice, vi a mi madre junto a mi padre viniendo hacia mí.



Tonowari: - Hija........ No sabes cuánto nos has preocupado. - indicó. Este tenía unas ojeras muy marcadas como las de Neteyam, y mi madre igual. - Neteyam, llama a tu ikran e iros e él. Sus heridas no deben rozar el agua salada. - le ordenó.



Neteyam: - Sí, señor. - asintió. Dimos media vuelta y andamos hasta el borde del barco. Allí, comenzó a llamar a su ikran el cuál llegó velozmente hasta nosotros. Me aterrorizaban las alturas, así que era imposible que me subiera ahí sin desmayarme o comenzar a gritar como loca.



Ley'ha: - Neteyam..............- le llamé. Este dirigió su mirada a mí dándome a entender que me estaba escuchando. - N-No quiero ir en ikran.......... - dije, mientras suspiraba por haber llorado. Él abrió sus ojos como si acabase de recordar algo, y trató de sonreírme de una forma comprensiva.



Neteyam: - No te preocupes, voy a estar a tu lado todo el camino. - prometió. Aunque así fuera, el miedo que tenía no iba a desaparecer muy fácilmente. Arrugué mi nariz al ver que tarde o temprano iba a acabar subiendo al animal, y giré mi cabeza a un lado para que no notase mi frustración. Este rió levemente ante mi acción y fue acercándose más al ikran. - Cálmate, se que no te gustan las alturas. Por eso, voy a tratar de volar lo más bajo posible. - explicó.

En otra Vida// Neteyam.  (REESCRIBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora