VINCENT MASLOW
Vincent Maslow lo sabía muy en el fondo, ser un Daddy estaba en su naturaleza, estaba casi seguro de que estaba encriptado en su ADN. Amaba ser necesitado, castigar cuando era necesario y consentir cuando era merecido. No podía evitarlo, adoraba a los universitarios jóvenes, los consumía como caramelos, a veces a más de uno al mismo tiempo, en la misma cama. Le hacían bien a su ego y aun mejor a su polla. Disfrutaba todo sobre ellos, la carne suave y núbil, la curiosa inocencia en sus miradas y esa adorable inexperiencia en su actuar.
Amaba verter su experiencia y conocimiento en el cuerpo de un joven curioso y dispuesto a aprender. Romper ese delgado velo de timidez para después corromper la dulce pureza en sus mentes con la perversa oscuridad de su alma. Sentir el casi virgen y apretado interior de sus cuerpos alrededor de su miembro mientras les susurra al oído lo buenos que son para Daddy.
El sólo pensarlo le endurecía la polla.
No era que quisiera estar rodeado de universitarios, ni tampoco revivir sus tiempos de gloria como joven, estaba más que feliz con su edad y con el lugar sobre el que estaba parado, tenía canas y las portaba con orgullo; sin embargo, ser capaz de satisfacer el cuerpo de un jovencito energético y fuerte siempre le dejaba un increíble brío y orgullo en el pecho, el ver a otro hombre someterse ante su tacto y sus palabras sumado al hecho de que seguía siendo el objeto de excitación de alguien más joven que él era un enorme cumplido que no podía evitar disfrutar.
Aun así, nunca había tenido un Baby boy tan joven, el menor que había tenido había sido un muchacho de veinte años y lo había conocido una semana antes de que cumpliera veintiuno; Cody por otro lado, tenía apenas dieciocho años, el chico estaba recién graduado de preparatoria, a solo dos meses de distancia del bachillerato. Se pasó una mano por la cara mientras culpa y precaución invadieron su pecho.
¿Qué estás haciendo Maslow?
Sólo iba a seguir con su trabajo, ser el jefe del chico hasta que su pasantía terminara, entonces dejaría todo el tema atrás. Se lo había propuesto, iba a evitar posar sus ojos sobre su perfecto cuerpo aunque requiriera cada onza de voluntad en él.
Iba a evitarlo en la medida que le fuera posible, si no era relacionado a trabajo o escuela, no le prestaría atención.
Aparentemente el destino tenía otros planes, o simplemente quería joder con él un rato.
En la tarde de jueves, Vince se topó con los ojos grises del chico en cuanto cruzó la puerta del establecimiento. Se encontraba en una dulcería, Vince en la entrada y Cody del otro lado del mostrador. Un mandil rosa atado a su cintura y un adorable gorra con una hélice encima sobre su cabeza.
-¿Señor Maslow?- Dijo el chico cuando sus ojos se fijaron en él.
Vince asintió en su dirección mientras se encaminaba hacia el mostrador, Cody era el único empleado a la vista así que no había forma de evitar ser atendido por él. No que realmente lo quisiera.
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SUGAR & DADDY (YAOI HARD)
Любовные романыVincent Maslow sabía que no debía desearlo, su nuevo asistente temporal estaba completamente fuera de sus propios límites, demasiado joven para él, demasiado impoluto, y aun así no podía apartar sus ojos de él, no podía evitar imaginar los escenario...