Vincent Maslow sabía que no debía desearlo, su nuevo asistente temporal estaba completamente fuera de sus propios límites, demasiado joven para él, demasiado impoluto, y aun así no podía apartar sus ojos de él, no podía evitar imaginar los escenario...
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VINCENT MASLOW
¿Es algo de esto real? Se preguntó al ver a Lee Hyung delante de él. Todo se sentía tan bizarro, tan imposible. ¿Cuántas eran las probabilidades de que se encontraran en aquél evento? Su madre y el padre de Lee eran buenos amigos, claro. Pero a pesar de todas sus invitaciones, el hombre tenía una agenda muy apretada por lo que nunca había asistido a ninguna de sus galas. ¿Cómo era posible que Lee estuviera presente? parado a sólo pocos metros delante de él.
Lee rió. -Me miras como si fuera un fantasma del pasado.-
Lo eres... Pensó.
Vince era un hombre con muchas cicatrices emocionales y fantasmas sobre la espalda, pero uno de los más importantes, era Lee Hyung.
Vince recuperó la compostura. -No esperaba encontrarme contigo aquí.- Ni en ninguna parte. Tenía suficiente con escuchar su voz en la radio o ver su rostro en espectaculares esparcidos por todo el mundo. Eran un recordatorio constante del hombre que no pudo tener.
-A decir verdad, yo tampoco pensé encontrarte.- Dijo Lee paseando su mirada por todo su cuerpo. -Pero mírate, aquí estás. En carne y hueso. Me gustan tus canas, te van bien.-
-¿Qué haces aquí?- Preguntó descubriendo que apenas tenía suficiente aire para hablar. -El motivo real.-
-Siempre fuiste un hombre franco, supongo que esa fue una de las cosas que me volvieron loco por ti.- Lee metió sus manos en sus bolsillos, ademán que adquirió de él en su tiempo juntos.
-Al principio también me debatía exactamente eso mismo, la razón de mi llegada a Londres. Pero después de un introspectivo encuentro en el ascensor me di cuenta del verdadero motivo.-
Lee miró su entrepierna y luego subió por los botones de su camisa hasta llegar de nuevo a sus ojos. -Vince, te quiero de vuelta conmigo. Quiero que volvamos a lo que teníamos.-
Dio un paso hacia él.
-¿Recuerdas lo bien que la pasamos juntos?-
Dio otro más.
-¿Recuerdas cuando me follabas antes de cada concierto porque me querías escurriendo de ti durante cada presentación?-
Otro más.
-¿Recuerdas todas esas veces que me hiciste bailar coreografías desnudo para ti? ¿todos los hoteles en los que lo hicimos a escondidas?-
Dio otro paso, el último. Si daba otro más, su rostro chocaría con su camisa.
-Todas las cosas retorcidas que hicimos juntos sobre cualquier cama que se nos pusiera enfrente. Quiero todo eso de vuelta, volver a lo que teníamos. Te quiero conmigo.-
Vince rememoró el tiempo que pasaron juntos, en aquél entonces ambos buscaban algo que sólo lograron encontrar en el otro. Vince buscaba alivio para poder superar su duelo por su hermano muerto y Lee buscaba con desesperación cumplir su sueño. Con el tiempo que compartieron, poco a poco las heridas de Vince comenzaron a sanar, Lee se convirtió en algo más que un Baby Boy para él. El chico por su parte subía rápidamente, su nombre era conocido por más países hasta volverse la estrella internacional que era hoy, las conexiones de Vince sólo ayudaron a potenciar dicha fama.
