Vincent Maslow sabía que no debía desearlo, su nuevo asistente temporal estaba completamente fuera de sus propios límites, demasiado joven para él, demasiado impoluto, y aun así no podía apartar sus ojos de él, no podía evitar imaginar los escenario...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
VINCENT MASLOW
La boca de Cody permanecía cerrada pero sus ojos denotaban la latente súplica.
Por favor... Daddy...
Vince soltó su polla pero la dejó ahí, delante de los labios del joven. Palpitando ansiosa por invadir su boca, luciendo jugosa y apetitosa. Como una carnada de pesca, esperando atrapar a su presa.
Estuvo apunto de darle lo que pedía con tanta vehemencia, pero debía mantenerse firme, cumplir su deber como su Daddy y hacerle aprender la lección. Estaba consciente de que estaba siendo severo, pero no podía permitir que Cody se saliera del camino de la disciplina, era demasiado talentoso como para eso y quería que alcanzará su máximo potencial.
La erección de Cody palpitaba entre sus muslos, húmeda y dura, apuntando hacia el techo.
En un segundo la atenderé, Baby Boy, aguanta un poco más.
Se masturbó delante de sus labios, esperando que Cody mantuviera la compostura y no se la chupara en un segundo de debilidad, ni siquiera que se lamiera los labios, siguió así durante unos minutos hasta estar satisfecho con el autocontrol demostrado por él.
-Muy bien Baby boy, demostraste control y obediencia.- Pasó sus nudillos por su mejilla, sintiendo el cálido rastro que dejó su polla. -Puedes probarme.-
Tan pronto la orden escapó de los labios de Vince, Cody estuvo succionando su miembro con desesperación.
Vince gimió en sorpresa y rió ante la enjundia demostrada por Cody.
-Mi Baby Boy estaba hambriento, según veo.- Comentó acariciando el cabello mientras se dejaba atender por él. -Apuesto a que lamentas no haber cumplido con tu tarea desde el principio.-
-Sí, Daddy.- Dijo por un breve segundo que dejó salir su polla.
Vince cerró los ojos y gimió experimentando el placer de tener a Cody succionando su polla. Miró al techo y se recordó mandar a que instalaran un espejo encima de la cama para poder ver cada detalle cada vez que hicieran el amor.
Las rodillas de Vince temblaron, nadie las había hecho temblar con sólo sexo oral, pero Cody se volvió muy bueno, Vince se lo atribuía a sí mismo por ser tan buen mentor, pero también le apaludía a la capacidad de Cody de aprender tan rápido.
Tomó un poco de su cabello en su puño y tiró suavemente de él sacando su polla de su boca.
-Suficiente por ahora.- Se dejó caer hacia atrás para sentarse a la orilla de la cama de nuevo. -Te quiero en mi regazo, te mereces unas nalgadas por incumplir las reglas.-
Cody fue un chico obediente y tomó posición sobre sus muslos.
Vince pasó su mano por sus suaves glúteos, pálidos como la luna misma y suaves como la más dulce crema.
