Vincent Maslow sabía que no debía desearlo, su nuevo asistente temporal estaba completamente fuera de sus propios límites, demasiado joven para él, demasiado impoluto, y aun así no podía apartar sus ojos de él, no podía evitar imaginar los escenario...
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VINCENT MASLOW
Su puño imponente sujetó su polla con tanta firmeza que las venas en su dorso parecían estar por explotar, la punta escurría tanto líquido preseminal que se filtraba entre sus dedos. Su mano recorrió su longitud atento a las temblorosas reacciones de Cody, permitiendo que la palma de su mano sintiera cada vena, cada punzada y cada caliente centímetro. Estaba fascinado.
-Tu polla es perfecta.- Comentó Vince entre lentas caricias. -Firme, completamente recta, es prácticamente estética.- Giró su muñeca y la espalda de Cody se arqueó en placer. -La tienes particularmente grande para alguien de tu edad.-
Aún así, el miembro de Vince superaba en longitud al de Cody por una pulgada, detalle que entre hombres era imposible no notar. Él de Vince era grueso, tosco, casi vulgar en comparación con el de Cody.
-Mi Baby Boy está bien dotado.- Susurró sonriente mientras acariciaba lentamente su erección. -Larga y dura, no tan gruesa como la mía pero definitivamente de gran longitud.- Estrujó su glande entre las puntas de sus dedos. -Una polla tan perfecta como la tuya debe ser usada con propiedad.- Formó lentos círculos alrededor de su glande con su pulgar. -Así que te enseñaré todo lo que sé sobre complacer y fornicar.-
Oh, esa exquisita y viscosa sinfonía que provocaba su mano deslizándose por su húmeda erección era algo que atormentaría a Vince durante varias noches antes de dormir en forma de un perverso recuerdo. Iba despacio, sabía que aplicar brusquedad sobre el inexperimentado cuerpo de Cody detonaría prematuramente su orgasmo, así que se aseguró de ir con lentitud.
-En tu polla, al igual que en tu cuerpo, hay puntos débiles que si sabes explotar bien puedes propiciar mucho placer.- Explicó. -Puntos como este...-
Su pulgar formó círculos en la zona donde sus testículos se unían a la base de su polla, provocando que Cody jadeara en sorpresa.
-Otro es este...-
Su pulgar rodeó la corona de su glande, solo dos vueltas hicieron que Cody jadeara un delicioso "¡Daddy!" para Vince.
-Y finalmente, mi punto de estimulación favorito...- Llevó su pulgar a donde su tronco se unía a su glande, debajo de su meato urinario. -El frenillo.- Hizo presión y las rodillas de Cody se alzaron de la cama.
-Para asegurar un buen sexo oral debes tener estos puntos en mente, saber que tanto estimularlos y cuando parar. Un buen oral no es la que te hace terminar más rápido sino la que te hace agonizar de placer por más tiempo.- Soltó su erección, a ese paso el joven se correría antes de empezar.
-Debes succionar la parte en tu boca y acariciar la que esté delante de tus labios, el punto es mantener toda la longitud estimulada.- Explicó. -¿Entendido?-
Cody asintió. -Sí, Daddy.-
Mi Baby Boy siempre tan inteligente y atento.
Era hora de premiarlo por ser tan buen estudiante.
