Vincent Maslow sabía que no debía desearlo, su nuevo asistente temporal estaba completamente fuera de sus propios límites, demasiado joven para él, demasiado impoluto, y aun así no podía apartar sus ojos de él, no podía evitar imaginar los escenario...
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VINCENT MASLOW
Vince esperó a que Cody ordenara por los dos, visitaron un lugar de sandwiches veganos, porque habían estado comiendo mucha azúcar desde que llegaron a Inglaterra y era hora de algo sano. Cody estaba en crecimiento y necesitaba nutrientes. Y los pantalones de Vince comenzaban a apretar, sólo un poco, pero era suficiente señal de alarma para parar de comer tanta azúcar. Se aseguraría de follar a Cody el triple cuando regresaran a San Francisco para bajar todas las calorías de aquel viaje.
Miró por la ventana, aún tenía unas horas más con luz de día, por lo que podía permitirse disfrutar un almuerzo con su Baby Boy.
-Disculpe, ¿señor?-
Vince escuchó una dulce voz femenina llamar. Se trataba de tres atractivas jovencitas de aproximadamente la edad de Cody, paradas junto a su mesa. Las tres tenían mejillas sonrojadas y sonrisas nerviosas.
Más seguido de lo que le gustaba admitir, mujeres se acercaban a coquetear con él, Vince era educado pero dejaba en claro que no estaba interesado. Las mujeres variaban desde la edad de la señorita Theodora hasta chicas universitarias de la edad de Cody. Por lo que la situación en la que se encontraba no fue nueva para él.
-¿En qué puedo ayudarlas?- Preguntó con educación.
Las tres se miraron y la de en medio fue la designada a comunicar el mensaje.
-Vimos que llegó con el chico rubio de por allá y a mis amigas les pareció muy guapo y... bueno, si no es mucho problema... tal vez...-
-Quisiéramos saber si, de casualidad, ¿podría pasarnos el nombre de la cuenta de su hijo en Instagram para seguirlo?- preguntó la chica a su lado.
Vaya, eso era nuevo.
Vince podía pasar por el problema de explicarles que ese chico no era su hijo y que en realidad era su amante, pero eso requeriría energía y aire que no tenía en ese momento. Además, siempre estaba la posibilidad de que pudieran ser reporteras o algo así. Acababa de firmar varios acuerdos importantes y no quería escándalos periodísticos que los arruinaran, así que optó por seguirles el juego.
-No le permito seguir a gente que no conoce.- Se encogió de hombros. -soy un padre sobreprotector.- Y un Daddy algo celoso, según acababa de descubrir. -Espero me entiendan, mi muchacho es mi mundo.-
Las chicas mostraron desilusión pero entendieron.
-Comprendemos totalmente, mi papá también me prohíbe permitir que extraños me sigan en redes sociales. Una disculpa.-
Vince asintió y las chicas se dispersaron hacia su mesa, donde otra chica miraba sin vergüenza hacia Cody, quien distraído, hacía fila.
Vince sonrió, su Baby Boy estaba floreciendo en un atractivo hombre y el público parecía notarlo.
