Vincent Maslow sabía que no debía desearlo, su nuevo asistente temporal estaba completamente fuera de sus propios límites, demasiado joven para él, demasiado impoluto, y aun así no podía apartar sus ojos de él, no podía evitar imaginar los escenario...
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CODYADLER
Al director Ramírez no le gusto mucho la idea de Cody faltando a clases una semana completa, la idea comenzó a gustarle cuando se enteró que viajaría por órdenes del benefactor más generoso que la escuela tenía. Vince consiguió de que hasta el profesor más estricto le diera permiso de faltar sin repercusiones en su boleta. Siempre y cuando entregara los trabajos en tiempo y forma, todo estaría en orden.
Así fue como, sin preocupaciones, se encontraban caminando por el aeropuerto con maletas en mano. En el camino de la estación de trenes al aeropuerto, Vince molestó a Cody un poco, acariciándole el muslo en cada oportunidad que tenía, presionando su palma contra su entrepierna hasta hacerlo poner los ojos en blanco y morderse el labio en cada luz roja en su camino.
Para cuando bajaron del automóvil, las rodillas de Cody temblaban por las ganas.
-Todos los vuelos están ocupados.- Dijo Cody mirando el itinerario de vuelo en su celular. -Cada asiento ya tiene dueño en cada avión de este aeropuerto.-
-Eso no será problema.- Dijo Vince.
-¿Sobornarás a la aerolínea para que le quiten el asiento a alguien?-
-Por supuesto que no.-
-¿Entonces cruzaremos el atlántico en tu barco privado?- Cody bromeó.
-Claro que no, eso sería absurdo Cody.- Vince se dió la vuelta y señaló en dirección opuesta.
-Viajaremos en mi avión privado, el océano es muy inestable en esta época del año.-
Cody siguió su dedo hasta encontrarse con el magnífico avión parándose alto del otro lado del ventanal. Era enorme e imponente, tenía el logo de Maslow Enterprises escrito en el borde.
Por supuesto que Vince tiene un avión. Pensó Cody boquiabierto.
-¿Nos vamos?-
Cody asintió y se pusieron en marcha. Tenían mucho trabajo por hacer.
El interior era amplio y elegante, más para sólo dos personas y unos cuantos miembros del staff de servicio. Parecía un palacio flotante.
Vince lo guió hasta la habitación principal, la cual contenía todo tipo de lujos, un minibar, una pantalla de plasma enorme, muebles elegantes y una habitación con una enorme cama esperándolos.
Vince parecía complacido con la expresión de sorpresa de Cody mientras miraba a su alrededor.
-Tendré un avión más grande que el tuyo.- Aseguró Cody. -Cuando sea un reconocido CEO de mi propia empresa, estacionaré mi avión junto al tuyo para presumirtelo.-
Vince rió. -¿Ah sí?-
-Sip, ya lo verás.- Siempre que miraba los resultados del trabajo de Vince materializarse en lujos, Cody se sentía más y más motivado por cumplir sus metas.
