CAPÍTULO XIV

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CODY ADLER

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CODY ADLER

-Hagamos una pijamada.-

Vince miró a Cody a través de sus pestañas, ignorando momentáneamente la tablet en sus manos.

-¿Una pijamada?-

-Sí, será divertido.-

La idea había llegado a su mente de manera aleatoria. Habían compartido la cama en el hotel unas noches pero no habían tenido propiamente una pijamada con películas, videojuegos, juegos de mesa y todo eso. Había tenido varias con Caleb y estaba muy emocionado por tener una con Vince.

Su ánimo cayó al suelo cuando el hombre regresó su atención a su tablet

Se sintió infantil al proponerlo, Vince tenía una vida ocupada, seguro no tenía tiempo para una boba pijamada. Cuando Cody estaba por abrir la boca para retractar su invitación...

-De acuerdo.- El hombre accedió paseando sus dedos por la pantalla. -Según veo aquí tengo libre el viernes, ¿te parece bien?-

De hecho era perfecto, era día feriado en la escuela para Cody por lo que significaba que también tendría día libre en la oficina, sólo tenía que cubrir la dulcería pero eso era sencillo.

-Sí, libre, sólo trabajaré en la dulcería hasta las ocho.-

-Muy bien, pasaré a recogerte a esa hora, podemos usar mi suite.-

Cody apreciaba eso, el ático de una tienda probablemente no era el mejor lugar. Estaba arreglado, tenían programada la pijamada, Cody esperaría ansioso.

Para cuando llegó el viernes, Cody estaba casi saltando de emoción. El día se sintió particularmente largo, el rubio se descubrió a sí mismo revisando el reloj varias veces, la manecillas parecían no querer avanzar.

-Muy bien cielo, necesito tu opinión honesta.- Dijo la señorita Theodora bajando las escaleras que comunicaban con el segundo piso.

La hermosa mujer afroamericana vestía un despampanante vestido azul y zapatillas plateadas, su cabello corto emitía un brillo tenue y sus aretes acrecentaban la elegancia en su conjunto. A sus setenta años, la mujer irradiaba vitalidad y energía.

Puso una mano en su cadera y posó para Cody.

-¿Del uno al diez qué tan zorra me veo?-

Cody la miró de arriba a bajo. Sonrió.

-Nueve.-

La mujer frunció el ceño y procedió a descubrirse un hombro.

-¿Qué tal ahora?-

Cody levantó los pulgares. -Quince.-

La mujer rió.

-Por eso eres mi empleado favorito.-

SUGAR & DADDY (YAOI HARD)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora