El lunes siguiente de la fiesta Ivy no intercambió conmigo más que un simple saludo. Traté en repetidas ocasiones de acercarme a ella pero siempre parecía muy ocupada.
Que el resto me ignorar no me importaba, pero que ella lo hiciese me hacía sentir una especie de angustia en el pecho, sobre todo porque sabía que era yo misma la que se lo había buscado.
Aquél día Ivy tenía el pelo ligeramente recogido, su sonrisa la acompañaba a todas partes, pero pude notar como parecía estar en constante tensión y no parecía tan relajada como el día en el que estuvimos en la librería de su abuela.
- ¿Ya has hecho mi discurso? - Escuché que preguntó a Ivy una de las chicas.
- No he podido terminarlo aun. - Respondió la rubia sin más dejando caer su mochila colorida.
- ¿Sabes que la profesora te dijo que tenías que ayudarme, verdad? - Le reprochó la chica, según pude escuchar el instituto iba a participar en la presentación de unos proyectos a nivel nacional.
- Te di entero mi proyecto, ya te dije que te prepararé también el discurso. ¿Qué más quieres? - Ivy habló con una tranquilidad que me quedaba plasmada.
- Relájate Ivy, Lucía simplemente está nerviosa porque tiene una semana para preparárselo. - Defendió la profesora de inglés entrando en el aula.
Siempre existía ese mito de la profesora de inglés crush de toda chica lesbiana, pero esta dictaba mucho de ser mi tipo.
- ¿Y por qué no lo presenta Ivy? - Pregunté ganándome la atención de todas.- Quiero decir, si ella lo ha preparado todo es la que mejor podrá exponer el proyecto.
- Porque Lucía es la que ha sido designada para eso, sus padres, los patrocinadores, ya están informados y bastante orgullosos de que su hija vaya a hablar. - Habló la profesora.- Ahora Galia, deja de meterte dónde no te incumbe y dime los primeros diez phrasal verbs de la lista del student book.
- Imagino que los padres de Ivy también estarían orgullosos de que su hija hablase sobre lo que ella misma si que a hecho. - Noté la mirada de la rubia en mi pidiendo en un grito silencioso que me callase.
- Oh si, seguro que su padre inexistente vendrá a verla. - Rió Clara.
Ivy se encogió en la silla y vi como se ponía jugar con sus manos nerviosa.
- !Bueno, está bien! - Habló llamando al orden la profesora.- Ahora, ¿quién me sabe decir los phrasal verbs que al parecer la señorita Saralegui no sabe?
No recordaba haber sentido tanta impotencia ni rabia contenida como la que tuve en ese momento. Cuando la clase llegó a su fin vi que Ivy se dirigió al baño, sabiendo que seguiría esquivándome decidí seguirla y me encontré con la suerte de que no había nadie más.
- ¿Estás bien? - Pregunté preocupada mientras sus grandes ojos se encontraban con los míos través del espejo. Por un momento mi mente fantaseó en cómo sería que se encontraran en el reflejo mientras una ola de placer recorriese nuestros cuerpos.
- No necesito que vengas de superheroína a hablar por mí. - Contestó con voz seria.
- No lo habría hecho si te hubieses encargado tú misma del asunto. - Ella río con ironía dándose la vuelta para encontrarnos de frente.
- ¿Crees que me encanta que otra se apropie de mi proyecto para participar en el concurso? - Me contestó demasiado cerca a mi parecer, no era justo porque me estaba poniendo nerviosa. - Pero ya sabes muy bien porqué lo hago, así que no lo compliques todo más.
- Espera. - Hablé deteniéndola antes de que saliese.- He sido una idiota, en la fiesta tenías razón en lo que dijiste. Exijo comprensión para mi pero luego fui la primera que te juzgué, lamento mucho todo. - Hice una pequeña pausa.- Si no quieres que me meta respetaré siempre tus decisiones por muy en desacuerdo que esté, pero quiero que sepas que me encantaría estar ahí para ti si aun sigues queriendo que sea tu amiga.
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Sosteniendo tu mirada
Dla nastolatkówGalia Saralegui se vio obligada a asistir a una escuela en la que claramente no encajaba. Se había resignado a que la ignoraran, por eso le sorprendió que aquella bonita niña le hablara. Pronto, se dieron cuenta de que a pesar de que aparentemente...