Sosteniendo tu mirada

CARTAS II

"Querido Papá:

No sabes cuánto lamento que te fueras cuando más nos comenzábamos a entender.

Siempre pensé que fui una decepción para ti, por eso, cuando me dejaste quise por todos los medios estar a tu altura, ser digna de ser llamada tu hija.

Sin embargo, me he dado cuenta de que es ahora, que estoy haciendo lo que realmente me gusta cuando verdaderamente te estoy honrando.

Es cierto que, muchas veces, nos sacábamos de quicio mutuamente, pero porque en el fondo ambos nos parecíamos demasiado.

Sé que en tus inicios, cuando creaste lo que hoy la gente llama el Imperio Saralegui, lo hiciste siguiendo algo que amabas, aquello que te interesaba. Tú me enseñaste a perseguir nuestros sueños hasta el final, has sido mi mayor ejemplo de constancia, de trabajo y de lucha.

Tú ruptura con mamá te hizo cambiar mucho, tú relación con ella no fue todo lo feliz que esperabas, y no sabes lo mucho que me duele que no hayas podido tener a una mujer que crea en ti de la forma en la que lo hace la mía conmigo.

Nuestras diferencias nos apartaron, y tampoco yo supe demostrarte lo infinitamente feliz y orgullosa que estaba, y que estoy, de que seas mi papá.

Ambos teníamos la tendencia a aislarnos, a alejarnos de los demás cuando nos sobrepasaba un problema, y si algo me duele es que eso nos haya robado tanto tiempo juntos.

Te quiero papá, y espero que algún día, desde donde estés, puedas sentirte tan orgulloso de mi como yo lo estoy de ti.

GALIA."