Tokyo Manji

Capítulo 54.

Bueno, hoy vendo un día antes. He terminado el capítulo antes de lo que pensaba, y no puedo resistirme a subirlo. Espero que les guste, y avisar que en este capítulo ya volvermos al futuro. Mikey Bonten está cada vez más cerca. 

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30 de Diciembre 2007.

Wakasa entró en el taller con su moto, donde Draken lo estaba esperando. El rubio de la trenza se relajó un poco al ver que Takeomi no había vuelto junto al de mechas, ya que de verdad no quería tratar con él. Ken había tenido poco contacto con Takeomi, y la verdad estaba bien con eso, ya que no le daba buena espina. No sabía por qué, pero el mayor de los Akashi no le llegaba a agradar.

Aparta esos pensamientos y se centra en la moto de Wakasa, que tras revisarla se da cuenta que la moto estaba en perfecto estado. El de las mechas le regala una sonrisa como disculpa.

- No me hagas perder el tiempo así, Wakasa – dice el rubio de la trenza soltando un suspiro.

- Lo siento, pero es que quería hablar contigo – Waka lo seguía mirando -. Sé que tu respuesta va a ser no, y lo acepto. Es muy respetable, pero si sigues insistiendo en estar solo, al final vas a acabar mal.

- Sé dónde me estoy metiendo, no soy estúpido – Draken recoge una toalla para limpiarse las manos, las cuales estaban manchadas de grasa -. Mikey está yendo a la deriva, y no pienso parar hasta que esa enana del demonio entre en razón.

- Entonces ambos pensamos igual – eso hace que el rubio de la trenza frunciera el ceño -. ¿Por qué piensas que estoy en Brahman? ¿Por el gran aprecio que le tengo a Senju y Takeomi? – pone los ojos en blanco tras realizar la última pregunta -. Senju es un grano en el culo, y Takeomi es un maldito interesado que solo piensa en el dinero.

- Entonces, ¿por qué estás en Brahman? – quiere saber Ken.

- Por Mikey – responde el de las mechas con sinceridad -. Brahman es el medio para acercarme a Mikey. El inconveniente es que Senju es la maldita líder – Wakasa sacude la cabeza mientras reía -. Si Brahman y Kanto pelean, está muy claro quién ganará. Senju no es rival para Mikey, dudo que haya alguien con vida que pueda detenerla.

- Yo no pienso igual – dice Draken. Él estaba seguro de que Takemichi sería capaz de detener a Mikey, pero no el Takemichi de ese tiempo. Durante el tiempo que había pasado se percató de las diferencias que había entre ambos, aun cuando eran la misma persona, pero eran cambios sutiles. Además, ahora Takemichi tenía problemas para controlar su ira. Era posible que al Takemichi del futuro le hubiera pasado, pero parecía que tenía más control -. Pero no quiero meterlo en esto. No aún por lo menos.

- ¿Hablas de Takemichi? – pregunta Wakasa -. Se ve que es un buen chico. Él sería de mucha ayuda, pero también podría ser nuestra sentencia de muerte. Mikey os protege a todos, pero cuando se trata de Takemichi... Se descontrola – con eso Waka se queda unos segundos en silencio -. No pienso obligarte a nada, pero me serías de mucha ayuda, Draken. Mikey sigue confiando en ti.

- Si Mikey se entera que me he unido a Brahman... - dice el rubio -. No quiero desatar una maldita guerra. Tengo bastante con lo que está pasando ahora.

- Eso lo he tenido en cuenta – dice Waka -. No tienes por qué ser un miembro oficial, pero por lo menos me tendrás cubriendo tu espalda. Y te aseguro que también puedes confiar en Keizo – con eso el de las mechas coloca una mano en el hombro del más joven -. Piénsalo. La oferta va a seguir en pie.

Con eso Wakasa se acerca a su moto y se marcha del taller. Ya le había dicho lo que le tenía que decir a Ken, ahora estaba en sus manos si quería unirse a Brahman o seguir por libre.