Tokyo Manji

Capítulo 39.

Siento haber estado desaparecida 😅. He estado ocupada y lo estaré por un tiempo. Comencé a trabajar ya que mi pareja era el único que estaba entrando dinero a casa y eso no podía ser. Comencé ayer, pero estuve preparando las cosas y mentalizarme. No estaba contenta con dejar a mi hija, pero sé que con mi suegra está de maravilla. En fin... no les cuento más sobre mi aburrida vida. Lo que sí decirle que no subiré dos capítulos a la semana, ya que no tendré tiempo. Intentaré que sea uno a la semana, si me es posible. 

En fin, espero que les guste el capítulo. 

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21 de Febrero 2006.

En cuanto Mikey llega a su casa va directa a su habitación tirando del brazo de Takemichi, y el chico estaba dejando que la chica lo guiase e hiciera lo que quisiera con él. Así que al entrar en la habitación ambos se quitan las chaquetas y los zapatos para acto seguido entrar en la cama. Mikey estaba agotada por todo lo ocurrido la tarde de ayer, pues había sido un día difícil para ella y también estaba cansada porque Emma la había despertado, así que enseguida se quedó dormida mientras estaba acurrucada en el pecho de Takemichi. Siempre que estaba con él su sueño era profundo y descansaba como era debido, así que aprovechó que el chico estaba con ella.

En cambio Takemichi, el cual estaba cansado mental y físicamente, no podía dormir, ya que su mente no dejaba de darle vueltas al asunto. Pero aun con todo estaba decidido a seguir. No iba a rendirse y dejar de lado la promesa que hizo. Salvaría a todos. Lo mejor es que ahora sabía quién era el enemigo. Debía reunir toda la información que pudiera sobre Izana Kurokawa. Estaba claro que ellos se conocieron en el futuro, y no le extrañaba, pero no sabía cómo es que él permitió todo eso, pero aun así pensaba igual que Taiju, creía que fue culpa de Izana el que Mikey acabase como lo hizo, era culpa de Izana y de Kisaki. Y eso hizo que se preguntase por qué Kisaki siempre estaba ahí y por qué no dejaba a Mikey tranquila. No tenía una respuesta para esas preguntas, pero por ahora iba a dejar de lado Tenjiku y se iba a centrar en Izana y Kisaki. Iba a derrotar a ambos y esta iba a ser su última caza.

El pensar en eso hizo que recordase que había matado a Kisaki en el futuro. En verdad lo había olvidado por completo, pero lo que más miedo le estaba dando era que no sentía arrepentimiento por lo que hizo. De verdad que odiaba a Kisaki y pensaba que la única forma para librarse de él era acabando con su vida, pero le daba miedo ese pensamiento ya que él nunca había pensado que mataría a alguien y ya lo había hecho. Sus manos estaban manchadas de sangre y la verdad sentía que podía dormir tranquilo por eso. ¿En qué se estaba convirtiendo?

Con eso se queda mirando a Mikey, la cual ya estaba profundamente dormida. Eso hace que en la cara de Takemichi se formase una pequeña sonrisa. Ella se dormía con demasiada facilidad y se veía preciosa. No pudo evitar dejar un beso en la cabeza de la chica. Ella había llegado al parque con el pijama y una chaqueta encima de este y con las botas del uniforme de ToMan. Además de eso había llegado toda despeinada pero aun así ella se veía hermosa.

- Micchi... - murmura ella en sueños lo cual hace que Takemichi la acerque más a él y cierra los ojos para así poder descansar.

A la mañana siguiente Takemichi abre los ojos un poco confuso y ve que Mikey estaba profundamente dormida, fue entonces que recuerda lo ocurrido el día de ayer, el cual fue muy largo para él, y también muy doloroso. Tuvo que soportar el ataque de Tenjiku, el reencuentro con Kaku-chan, volver al futuro y descubrir todas esas cosas... después los disparos... la muerte de Naoto, mató a Kisaki, Kakucho le disparó por las ordenes de Izana... y el final de ese largo día fue cuando sin darse cuenta habló sobre el futuro con Mikey creyendo que era Naoto. Eso hizo que soltase un suspiro y se dijo que había estado equivocado al pensar que Izana podía ser un buen chico, tal parecía que el criterio de Kaku había cambiado demasiado ya que ahora su héroe sería el responsable de que Mikey acabase como lo hizo, pero también no pudo evitar pensar que tal vez Kisaki tuviera culpa de eso. Kaku le dijo que Kisaki estaba manipulando a Izana, pero aun así no podía olvidar la cara de ese maldito diciendo "Mi Mikey". Él no era celoso, o por lo menos no era el chico toxico por los celos, pero no le había hecho ni una pizca de gracia que ese malnacido dijera que Mikey era de él. Aun así pensaba que Izana parecía desquiciado en el futuro, así que decidió dejar de lado a Kisaki y centrarse en el peliblanco para averiguar todo lo que pudiera sobre él.