Tokyo Manji

Capítulo 79.

Y aquí estoy de nuevo. ¿Me han echado de menos? Espero que no mucho. De verdad que siento tardar tanto en actualizar, pero me he puesto las pilas y he vuelto con energía y ganas de darle un buen final a esta historia. 

Les diría que esta historia está a punto de terminar, pero mentiría. Me he propuesto profundizar en Mikey y Takemichi cuando hacen ese último viaje en el tiempo. Intentaré darles lo que Wakui no pudo darnos, un desarroyo del último arco. 

También decirles que este capítulo tiene una pequeña sorpresa, la cual espero que disfruten. Si les gusta la sorpresa espero que me lo digan. Lo que sí puedo decir es que a partir de ahora todo lo que viene es bueno. Se acabó el dolor en esta historia. 

Ah, y para quienes odian a Takeomi, van a disfrutar de este capítulo. 

Dicho esto, espero que disfruten del capítulo. 

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10 de Septiembre 1998.

Takemichi abre los ojos de golpe y está de lo más confuso. Se queda mirando a su alrededor mientras el despertador seguía sonando. No entendía nada.

- ¡Takemichi, despiértate ya! – la voz de su madre hizo que reaccionase y se queda mirando su despertador, en el cual ponía la fecha en la que se encontraba.

Confuso a más no poder, percatándose que se encontraba en su habitación, agarra el despertador sin poder creerse que estuviera en 1998. Sin poder asimilar lo que estaba viendo sale de su habitación y baja las escaleras para ir al baño. Necesitaba verse en un espejo.

- Es inusual para ti estar despierto desde temprano estos días – comenta Haruko viendo a su hijo correr hacia el baño.

En cuanto Takemichi llega al baño y se ve en el espejo se queda paralizado. Recordaba todo, absolutamente todo lo que había ocurrido, incluyendo cuando se encontró a Mikey tirada en el suelo en esa mansión en el pueblo de Nara. Recordaba todo lo que pasó en ese futuro, incluyendo los celos que tuvo al saber que Mikey estaba enamorada de alguien, y ese alguien era él. También recordaba todo lo que había hecho, desde traficar con armas a matar a muchas personas. También recordaba los encuentros sexuales que había tenido con varias mujeres, y eso solo hizo que se sintiera asqueado de sí mismo, ya que las había tratado como basura. Y lo peor de todo es que quiso tratar a Mikey de la misma forma.

También recordaba que Mikey lo apuñaló con una daga, o más bien él hizo que ella lo apuñalara. Y lo recordaba porque había viajado en el tiempo tras recordar a la rubia. Fue demasiado doloroso darse cuenta de las cosas horribles que había hecho, y lo que más le dolió en ese momento fue recordar como mató a Draken frente a todos y como Chifuyu murió en Halloween sangriento. Aun así y sintiendo ese gran dolor entrelazó su mano con la de Mikey y logró viajar en el tiempo, llegando justo en el momento en el que Mikey le dijo "lo siento" mientras en su mano sostenía esa daga. En ese momento tuvo una visión de lo que iba a ocurrir y simplemente sonrió. Al ver que Mikey no podía hacer lo que debía, él la ayudó sosteniendo su mano, clavando la daga en su corazón.

Había pasado por tanto... Y ahora se encontraba con que había retrocedido más en el tiempo, encontrándose en 1998, con siete años. No podía creerlo. Se suponía que debería haber muerto cuando esa daga dorada le atravesó el corazón. Él había estado bien con eso, pero tal parecía que había retrocedido de nuevo en el tiempo.

Sin entender nada vuelve a su habitación corriendo y se pregunta si quizás esto era un sueño, un flashback antes de morir. Era demasiado joven para hacer algo. Tenía 7 años. ¿Qué podía hacer con esa edad? Aun así, tenía una pequeña esperanza. ¿Y si esto era una oportunidad para arreglarlo todo? Ese hombre, Kenichi, le había dicho que iba a enmendar sus errores, y ya no sentía a Indra. ¿De verdad se había marchado?