Capítulo 20.

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De casi me da un ataque al corazón. Ha mi ordenador se le ha ido la pinza mientras estaba corrigiendo el capítulo y casi pierdo todo lo que había escrito. De verdad no saben lo mal que lo he pasado. Gracias a dios soy previsora y siempre hago una copia por si esto pasaba, pero no ha hecho falta usar la copia. 

De verdad que casi me da algo al ver que la pantalla del ordenador se ha puesto en negro más de una vez mientras corregía el capitulo pero tan solo he tenido que reiniciarlo y ya. Aun así he llamado a un amigo, el cual fue quien reparó mi ordenador cuando se rompió el año pasado, y me ha dicho que es porque nunca apago el portátil. Y que solo lo cierro sin apagarlo como es debido. Así de desastre soy. Solo espero que no vuelva a pasar, y seré más cuidadosa. 

Bueno, espero que disfruten del capítulo que tanto me ha costado escribir y corregir. 

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Kazutora cargó a Takemichi y notó como este se desmayó. Tras eso mira tras él y consigue ver que Ryusei había dejado inconsciente a Baji para poder cargarlo y se reunió con él. Se quedaron unos segundos viendo el cuerpo sin vida de Chifuyu. Por desgracia no podían llevárselo. Ryu se inclina para cerrar los ojos de su amigo y compañero pidiendo que descansase en paz. Con eso se marcharon de ahí.

Con eso Ryu y Tora acomodaron a Takemichi y Baji en la parte trasera del coche y salieron de ahí lo más rápido que podían. Debían alejarse y atender las heridas de los dos tipos que habían en la parte de atrás del coche. Lo malo era que no sabían dónde demonios ir, ya que Kisaki sabría dónde encontrarlos.

Mikey estaba en su habitación a la espera de la información que Takemichi prometió enviar, pero ya había oscurecido y no había llegado nada. Eso la estaba inquietando y también el hecho de no saber nada de Takemichi desde hacía varias horas. Le había enviado un mensaje cuando estaba atardeciendo diciendo que iba a ir a la reunión y que al terminar iría a visitarla.

Sanzu se encontraba en la cocina y su móvil sonó. No tardó ni un segundo en contestar al ver de quien se trataba.

- ¿Lo has hecho? – pregunta el de las cicatrices en la boca.

- Sigue vivo – gruñe Kisaki -. Y ha conseguido escapar.

- Solo debías hacer un puto trabajo, Kisaki – Sanzu estaba furioso -. Y lo has jodido todo.

- Por lo menos han muerto Pachin y Peyan – gruñe Kisaki -. Tú sigue evitando que Mikey se entere de todo esto. Buscaré a Takemichi y lo mataré.

- Más te vale – gruñe Sanzu y acto seguido finaliza la llamada para después lanzar el móvil contra la pared -. ¡Mierda!

Kakucho había oído todo, o por lo menos lo que Sanzu había dicho, y eso le dio mala espina. Por eso mismo fue en busca de Izana, el cual estaba descansando en su habitación en casa de Mikey.

- ¿Pinchaste el teléfono de Sanzu? – pregunta Kaku nada más entrar en la habitación.

- Sí, ¿por qué? – pregunta el peliblanco con el ceño fruncido -. Pinché los teléfonos de todos para intentar encontrar al traidor.

- ¿Sigues grabando las conversaciones? – Kakucho se acerca al portátil de Izana y empieza a buscar.

- Sí – Kurokawa no entendía el comportamiento de su pareja pero entonces Kakucho encuentra la grabación que estaba buscando y ambos la escucharon -. Hijo de puta...

Mikey también lo había oído todo. Había ido a buscar a su hermano para ver si había noticias de la información de la que Takemichi habló y al hacer eso oyó la grabación. Con paso tranquilo vuelve a su habitación donde coge su pistola para después ir a la cocina. Haruchiyo seguía ahí caminando de un lado a otro. Estaba tan inmerso en sus pensamientos que no se percató de la presencia de Mikey. Ella se lo quedó mirando y se encontró con un sobre en la encimera. Supo que esa era la información que Takemichi le había enviado.

Tokyo ManjiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora