Tokyo Manji

Capítulo 8.

No me puedo creer que suba hoy el capítulo. Es todo un logro y estoy feliz por eso, ya que como saben me gusta actualizar seguido. Intentaré que esto siga así y pueda subir un capítulo por día. 

También quiero decirles que he llorado al escribir este capítulo y en verdad no pasa nada malo en este, pero es por que voy al día con el manga, cosa que no me pasó cuando escribí la anterior historia. En fin, espero que disfruten del capítulo, ya que hay momentos TakeMai. En fin, solo disfruten y por fin vamos a empezar con el arco de Valhalla. ¿Qué piensan que haré con Baji? Tengo curiosidad y me gustaría saber lo que piensan que haré. ¿Habrá Bajitruco o el tiro le saldrá por la culata y Baji seguirá con vida? La verdad es que ya sé lo que voy a hacer pero quiero saber sus teorías. Bien, con esto dicho, les dejo para que lean el capítulo y espero que lo disfruten. 

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Cuando Takemichi ya tenía todo listo arrancó la moto y le dio gas. Salieron como alma que llevaba el diablo y el teñido estaba asustado, no solo porque nunca había conducido una moto, sino también por el estado de Draken. Aun así, y no sabía cómo, no ocurrió nada grave y parecía que conducir la motocicleta no era tan difícil.

Draken seguía inconsciente, pero tosió de nuevo manchando la camiseta del chico de sangre. Eso no le importó a Takemichi, pero se preocupó por el estado del rubio de la trenza.

- ¡Draken-kun! – dice el teñido -. ¡Te pondrás bien! ¡Voy a llevarte al hospital! – Hanagaki estaba mirando al frente, pero descubre que cuando llegó una curva casi caen de la moto, pero la estabilizó y siguió el camino -. Juro... ¡Juro que te vas a poner bien!

Takemichi estaba más que dispuesto a salvar a Draken, había tenido esa determinación desde que se enteró que Draken murió y juró que lo salvaría para no tener que ver a Akkun morir y también para que Hina viviera, pero todo eso había cambiado. Ahora mismo estaba haciendo todo eso por la simple razón de que Mikey le había dejado a cargo de Draken. La chica le tenía la confianza suficiente como para pedirle eso, y no iba a decepcionarla. Haría todo lo que estuviera en su mano para que Draken sobreviviese y que así Mikey no tuviera que sufrir. Sin darse cuenta, Takemichi estaba haciendo todo eso por el bien de Mikey.

Varios minutos después Takemichi detuvo la motocicleta al ver a Hina y Emma juntas. La pelirroja le dice que habían pedido una ambulancia y que esta no tardaría en llegar. Emma en cambio quería saber cómo estaba Draken.

Takemichi bajó de la moto con la ayuda de las chicas y colocaron a Ken en el suelo con mucho cuidado. Hanagaki pensó que sería mejor esperar a la ambulancia, ya que así podrían atender al rubio de la trenza mientras lo llevaban al hospital.

Emma estaba sentada en el suelo con la cabeza de Draken en su regazo. La chica estaba llorando, pues no quería que nada malo le pasase al rubio de la trenza. No quería perderlo, pues si él moría, una parte del corazón de Emma se iría con él.

Takemichi se estaba desesperando, pues la ambulancia no llegaba, así que mira a Hinata y le pregunta si le habían dicho que esperasen ahí. La pelirroja asiente, pero le dice que no les debería ser fácil llegar hasta donde estaba por culpa de la lluvia y también por el festival, pero Takemichi no la estaba escuchando, ya que se había fijado que varios chicos se estaban acercando. En un principio pensó que se trataba de Mikey y los demás, ya que iban con el uniforme de la ToMan, pero no eran ellos. Se trataba de Kiyomasa y sus amigos. Eso hizo que Hanagaki abriera mucho los ojos y se pusiera tenso. Esa noche estaban ocurriendo muchas cosas, y tal parecía que todo iba a ir a peor.

El teñido da unos pasos al frente sin poder creer que Kiyomasa se estuviera acercando a ellos. ¿Cómo era posible? Debía ser una broma, pero no era así. ¿Qué pintaban ellos ahí? ¿No podían dejarle tranquilo? Solo quería salvar a Draken.