Capítulo 75.

750 41 54
                                        

Bien aquí vengo de nuevo. Esta capítulo es doloroso, pues si no lo recuerdan aquí es cuando le ocurre "eso" a Draken. No quiero dar spoilers para los nuevos lectores. 

En sí no he cambiado casi nada, simplemente he corregido alguna que otra cosa, pero lo que sí he cambiado ha sido el final, nada grabe la verdad. A partir del siguente las cosas sí cambiarán y comenzaré a subir capítulos, pues ya estoy más centrada. 

Gracias por la espera y espero que tengas noticias mías pronto y que llegue con el siguente capítulo.

----------------------------------------------------------------------------------------------------

8 de Julio 2005.

Hanagaki estaba de lo más divertido a la espera de que comenzase su pelea contra Taiju. Cuando este llegó a la sede de BD, y estaba hablando con Inui y Koko, apareció el Shiba de lo más extasiado y loco. Nada más verlo arremetió contra él, pero no llegó a tocarle. Eso trastocó mucho a Taiju, haciendo que enfureciera, y su enfado fue creciendo cuando Hanagaki lo retó a una pelea. El teñido pidió quedarse con BD si ganaba, y Taiju aceptó eso, pero si Hanagaki perdía entonces este debía ser su siervo. Hanagaki aceptó gustoso, no tenía problema con eso, pues sabía que iba ganar esa pelea.

Después de hablar eso todo se puso en marcha, ya que Taiju quería que todas las pandillas de la región de Kanto vieran como le daba una paliza al teñido.

Kisaki y Hanma habían llegado, queriendo saber qué demonios pasaba. Hanagaki los había llamado para que fueran a ver la pelea, ya que después de todo ellos pertenecían a Taishakuten.

- ¿Te has vuelto loco? – pregunta Kisaki -. Taiju te aplastará...

- No lo hará – dice Hanagaki con una sonrisa y pone su vista en Shuji -. Hanma, un placer.

- Lo mismo digo – Shuji tenía una gran sonrisa en su rostro. Le encantaban las peleas, y más cuando él se implicaba, aunque a veces no estaba mal ver como unos idiotas se mataban entre ellos -. Tienes que estar muy loco para hacer lo que has hecho. Espero disfrutar de tu pelea.

Poco a poco varias pandillas iban llegando, y con ellos sus líderes actuales. Estaba el Flaco, los hermanos Haitani, y muchos otros más. También habían llegado varias pandillas pequeñas, y entre ellos se coló una peliblanca curiosa.

Mikey llegó, encontrándose con los capitanes y subcapitanes de ToMan y con Draken. La rubia no llevaba su uniforme, algo que descoloca a los presentes, pero eso le daba igual a la rubia. No hacía falta que llevase el uniforme para que la reconocieran.

Su corazón había estado acelerado desde la llamada de Baji, y sentía una opresión en el pecho, la cual no se iba. Sabía lo que era esa opresión, era preocupación. Estaba preocupada por lo que le pudiera pasar a Takemichi y la verdad era que no sabía cómo reaccionaría si algo malo le pasase al teñido.

Todo era demasiado extraño. Se suponía que había conocido a Takemichi el día de ayer, por lo menos su cerebro pensaba así, pero su corazón... Este parecía estar en desacuerdo con su cerebro. Luego estaban esos recuerdos incompletos... Mikey comenzaba a pensar que se estaba volviendo loca, pero eso se marcha de su mente en cuanto cruza miradas con Takemichi. Fue como si todo se detuviera, y solo estaban ellos dos. No importaba la distancia que los separaban, sus miradas conectaron y ahí estaba el brillo en sus ojos, ese brillo que ella tanto amaba...

De repente el tiempo comenzó a correr y el brillo en esos ojos azules había desaparecido. Eso disgusta a la rubia. Quería volver a ver ese brillo, aun así se recompone, ya que debía comportarse como la comandante que era.

Tokyo ManjiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora