Tokyo Manji

Capítulo 7.

Pretendía subir el capítulo ayer, pero no tuve tiempo de corregirlo, además de que también me quedé un poco trastocada con los spoilers del manga. Aun sí no creo en las teorías que se están formado, pero aun así es un poco perturbador, pero bueno. Es todo ficción, así que disfrutemos dejando que nuestra imaginación haga de las suyas, ya que nada es real. 

También me he dado cuenta de que me estoy haciendo de piedra, ya que desde la muerte de Draken, la cual aún duelo mucho, no he vuelto a llorar por nada de lo que ha sucedido en el manga, aunque también puede ser que esté sobrellevando mejor los acontecimientos del manga gracias a la historia de TR de escribí y gracias a esta historia también. Solo decirles que estoy deseosa de que sea martes para poder leer el capítulo, ya que este me será muy útil para esta historia y así comprender mejor a Mikey, el cual es el villano de una historia mal contada, por lo menos a mi ver. 

Bueno, ya no les molesto más con mis pensamientos y les dejo con el capítulo, el cual espero que les guste. 

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Takemichi no se podía quitar de la cabeza ese beso que Mikey le había dado, pero aún se decía que debía haber sido un accidente. Para animarse un poco se dijo a sí mismo que por lo menos ya había dado su primer beso, ya que con Hina nunca llegó a tanto.

Los días fueron pasando y por fin llegó el 3 de agosto. Eso tenía un poco nervioso a Takemichi, ya que iba a tener una cita con Hinata, pero se dijo que no sería para tanto y también que lo disfrutaría al máximo. Después de esa cita se marcharía al futuro, pero antes quería disfrutar un poco más de la vida.

Ya había anochecido y Draken junto a Takemichi estaban esperando a las dos chicas en la entrada del festival.

- Sentimos la tardanza – dice Emma llegando junto a Hinata.

Ambas chicas iban con kimonos. Emma con uno azul con estampado de flores amarillas. Esta se había recogido el cabello en un moño y había colocado una flor como adorno. Hina traía un kimono rosa con un estampado de flores violetas y ella también se había recogido el cabello en una pequeña coleta la cual estaba sujetada con un lazo.

Ambos chicos se las quedaron mirando y pensaron que iban preciosas.

- Pues sí que tardaron – comenta Draken siendo como él era. En verdad estaba muy feliz por tener una cita con Emma, pero el rubio de la trenza no sabía cómo comportase.

Tras eso los cuatro se adentraron al festival. Emma y Draken iban un poco más adelante y se detuvieron unos segundos. Draken miró a Takemichi, el cual parecía de lo más feliz al estar en una cita con su novia, pero eso al rubio de la trenza le daba igual. No solo había aceptado ir con Emma al festival para tener una cita con ella, sino que también lo había hecho para vigilar al teñido. Él sabía lo que pasó en la casa de Takemichi, y aunque lo pasó por alto, no iba a consentir que el teñido le rompiera el corazón a Mikey. Por eso mismo Ken se había detenido y le dice a Takemichi y Hinata que se apresurasen.

Con eso siguieron caminando, pero Takemichi y Hinata perdieron de vista a la otra pareja. Se lo pasaron bien en algunos puestos, pero entonces comenzó a llover. Rápidamente Takemichi y Hina corrieron para resguardarse bajo unos árboles a la espera de que la lluvia aminorase, pero esta no tenía pinta de que acabase pronto. Fue ahí cuando Hina empieza a quejarse un poco y se quita una de sus chanclas. Había sangre en su pie y eso preocupa a Takemichi. Tachibana casi resbala al quitarse ambas chanclas, pero Takemichi coloca una mano en su cintura y otra en el árbol en el que estaban.

Los dos estaban muy juntos y el teñido se pone nervioso y se aleja mientras pedía disculpas, pero Hina lo tenía sujeto de la camisa mientras sus mejillas estaban sonrojadas. Acto seguido le pide a Takemichi que se quedasen así. El chico estaba un poco confuso, pero al final se acerca para poder abrazarla y ahí piensa que tal vez sería un muy buen momento para besar a su novia. La pelirroja lo miraba con ojos brillantes, con los cuales le pedía que la besase. Takemichi estaba más que dispuesto a hacerlo y junto cuando se estaba acercando su móvil comenzó a sonar. La interrupción enfada al teñido y contesta la llamada furioso.