Tokyo Manji

Capítulo 49.

Bueno, aquí estoy de nuevo. Siento la ausencia, pero he estado muy ocupada, aun así aquí está el siguiente capítulo y este será el ultimo de este año. Voy a pasar las fiestas en españa con mi familia, así que no voy a tener tiempo para escribir, aunque intentaré sacar un poco de tiempo y si me da tiempo quizás suba un capítulo. 

Bueno, espero que les guste y les deseao felices fiestas. 

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26 de Marzo 2006.

Esa mañana Mikey se despertó muy temprano, aunque la verdad es que había dormido poco. Le resultaba difícil conciliar el sueño después de todo lo que hizo, pero lo que más le afectaba era lo que le hizo a Takemichi.

No sabía nada de él desde ese día que lo golpeó, y así era mejor. Después de todo eso era lo que ella había querido, que todos se alejasen de ella y ahora se marcharía de Tokyo por un tiempo, eso haría que se distanciase más de todos.

La rubia se quedó mirando sus dos maletas y dejó salir un suspiro. En verdad no quería marcharse, quería quedarse ahí e ir a pedirle disculpas a todos y suplicarle perdón a Takemichi, pero no podía hacer eso. Así que cierra los ojos y lleva su mano al colgante que tenía en el cuello, en el cual ahora estaba el anillo que el teñido le había dado cuando le pidió que se casase con él.
Después de que Baji se llevó a Takemichi, y ella se levantó del suelo después de estar llorando unos cuantos minutos, se dispuso a limpiar el desastre que había formado y fue ahí cuando encontró el anillo. No se atrevió a ponérselo, pero tampoco quería deshacerse de él, así que lo colocó en el colgante que siempre llevaba puesto, el mismo que Takemichi le regaló.

Con eso al final se levanta de la cama y sale de su habitación para ver si su abuelo ya estaba listo, y así era, pero no estaba solo.

- Manjiko, él es Bishamon – dice Mansaku -. Es mi sobrino. Ha venido a apoyarnos con todo lo que está pasando.

- Es el policía que estaba hablando con Takemicchi – dice Mikey recordando al hombre.

- Sí, hace un tiempo que me mudé a Tokyo y al enterarme... - dice Makoto con una sonrisa -. Me alegro de conocerte, Manjiko.

Ella solo asiente y vuelve a su habitación para sacar sus maletas, pero Makoto va a ayudarla para llevarlas al coche. Ya con todo listo era hora de emprender el camino, y Mikey tenía pensado ir con su moto. Le iba a venir bien ese viaje, ya que podría pensar en todo lo que había hecho mientras iba sobre su Babu. Iba a ser un viaje de 4 horas y media, tiempo suficiente para poder mentalizarse.

Baji se había despertado temprano esa mañana y al no poder dormir decidió salir a dar un pasea. Llevaba días dándole vueltas a la cabeza y al final se decidió. Iba a ir a hablar con Mikey, pues aunque se había pasado de la raya, él conocía lo suficiente a la rubia para saber que no estaba bien. Todos los acontecimientos le habían afectado demasiado y había decidido alejar a todos, pero no sabía por qué lo hacía. Eso era lo que quería saber, pues aunque Mikey lo golpease hasta la muerte, Baji seguiría ahí, dispuesto a ayudarla. Eso era ser un amigo, y Mikey era su amiga. Quien también lo tenía preocupado era Ryusei. Se había enterado de lo que había hecho, y la verdad es que se sorprendió. Ryu no era ese tipo de chicos, y Baji sabía bien que Ryu amaba a Yuzuha, él pondría la mano en el fuego por Ryusei, así que tampoco entendía por qué había hecho eso.

Al final llega a la casa Sano y se encuentra con que estaban metiendo unas maletas en un coche, lo cual le extraña al azabache.

- ¿Se van a algún lado? – pregunta Keisuke acercándose.