Capítulo 69.

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Hola! Estoy de vuelta, pero no sé cuando vuelva a actualizar. Este capítulo ya lo tenía terminado, solo necesitaba corregirlo, pero no he tenido mucho tiempo, aun así hoy es conseguido terminar de corregirlo. 

Por el momento actualizaré cada vez que pueda, pues como entenderán cuidar de un bebé recién nacido y una bebé de año y medio no es nada facil. 

Espero que disfruten del capítulo y nos volveremos a ver cuando pueda. 

Ah, una cosa más. Muchísimas gracias por felicitarme por el nacimiento de mi hijo, de verdad que me siento muy feliz al volver a ser madre, y también muchas gracias por ser comprensivxs. 

Bueno, sin más lxs dejo con el capítulo. 

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9 de Septiembre 2008.

Sanzu se encontraba en el tren probando algunos botones para ver si este comenzaba a moverse o algo. Él jamás había hecho algo como eso, pero no creía que fuera difícil, y tras probar un par de veces consigue ponerlo en marcha, lo cual le alegró. Al fin podía poner en marcha su plan y matar a todos los malditos que hacían sufrir a Mikey.

- ¡Sanzu! – grita Takemichi, lo cual causa que el pelirosa se asomase para ver quien le estaba llamando.

- ¿Pero qué...? – dice Haruchiyo de lo más confuso. Nadie sabía lo que estaba haciendo y mucho menos donde se encontraba, así que le extrañaba que alguien le estuviera llamando. Al ver quien estaba ahí abre mucho los ojos, más que confundido -. Hanagaki y... ¡¿Kakucho e Izana?!

- ¡¿Qué estás haciendo aquí?! – pregunta el teñido muy serio, y junto a él se encontraba Izana. El peliblanco estaba un poco confundido, ya que este había dicho que debían detener a Sanzu o de lo contrario todos morirían. No llegaba a entender demasiado a Takemichi, pero sentía que debía apoyarlo y ayudarlo.

Quien sí que estaba muy confundido era Kakucho. Ahora mismo al azabache le costaba mucho asimilar las cosas, ya que no se podía creer que lo que Takemichi había dicho era cierto. Sanzu se encontraba ahí, dentro del tren, y este estaba en marcha pero sin moverse aún. Pero lo que más trastocado tenía a Kakucho era la disculpa de Izana. Por lo general, o más bien nunca, Izana no se disculpaba. Él jamás pedía disculpas, pero hoy el peliblanco se había disculpado, y aunque eso no pareciera la gran cosa, en verdad sí lo era. Kakucho había visto arrepentimiento en los ojos de Kurokawa, él de verdad estaba arrepentido. Kaku no sabía que pensar, estaba demasiado confundido, pero no creía poder perdonar a Izana tan fácilmente. El peliblanco le hizo mucho daño, pero empezaba a creer que sería bueno darle una oportunidad y hablar las cosas con él, más ese no era el mejor momento para ponerse a hablar de sus sentimientos. Tenían algo más importante que hacer, y eso era detener a Sanzu y la locura que estaba a punto de hacer.

- En verdad es como Takemichi dijo que sería... - susurra el azabache.

- Sanzu, sé lo que estás planeando... - habla Takemichi, el cual seguía serio y sin apartar su mirada del pelirosa.

Haruchiyo chasquea su lengua al ver a esos tres ahí, aunque en verdad no tenía problema con Kakucho, ya que creía que este había seguido al teñido para seguir con su pelea. Lo que Sanzu no llegaba a entender es como Takemichi sabía lo que iba a hacer, y tampoco entendía que demonios hacía Izana ahí y con el uniforme de ToMan, ya que cuando comenzó la pelea él no estaba.

- Pero que molestia tan frustrante... - comenta Sanzu molesto.

- El único molesto aquí eres tú, maldito perro rabioso – gruñe Izana.

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