Tokyo Manji

Capítulo 52.

Bueno, aquí llego con el siguiente capítulo. Solo queda un capítulo más y terminaré con este "arco" que me he inventado y ya comenzaré a escribir cuando Take llega al 2018. Espero que disfruten y hasta la semana que viene. 

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7 de Julio 2007.

Kojiro estaba asustado, más asustado que en toda su vida. Nunca había pensado que alguien, menos aún una chica, lo asustase a tal magnitud.

Él había estado planeando acercarse a Takemichi Hanagaki, tan solo quería darle una paliza a ese chico para presionarlo y que se uniera a Nous, pero no había sido idea suya ir a por el teñido. Un hombre se le acercó meses atrás para decirle que si quería hundir a la invencible Mikey, si quería dejarla por los suelos, debía darle donde más le dolía, esa era la única manera de vencer a Mikey.

Ese hombre le dijo que el punto débil de la rubia era Takemichi Hanagaki, y después de decirle eso no lo había vuelto a ver.
En un principio Kojiro no le dio importancia a lo que ese desconocido le dijo, pero al pasar los días comenzó a averiguar quién era ese Takemichi Hanagaki. Poco a poco fue descubriendo todo lo que ese chico hizo, y le impresionó que ese enclenque hubiera llegado tan lejos. Descubrió que él fue el responsable de llevar a Draken al hospital el 3 de agosto de 2005, y ese mismo año se implicó en Halloween sangriento evitando que Baji se apuñalase, llevándose él la puñalada, y que en navidad de 2005 le plantó cara a Taiju Shiba, el 10º líder de Black Dragons. Pero la cosa no quedó ahí, ya que supo que Takemichi se presentó a la pelea contra Tenjiku con tan solo 50 hombres, y entre ellos no se encontraban ni Mikey, Draken y Baji. Y aunque en los dos últimos enfrentamientos él no hubiera sido el que dio el golpe final, ya que fue Mikey que llegó en el momento justo, le impresionaba que ese chico hubiera llegado tan lejos. Así que se interesó por él, deseando que se uniera a Nous, pero antes de eso quería darle una paliza para enseñarle a quién debía obedecer, ese había sido su plan, y hoy por fin iba a llevarlo a cabo, pero Mikey apareció de la nada montada en su moto y con una sonrisa que la hacía ver aterradora.

- ¿Tienes miedo? – dice Mikey sin borrar su sonrisa mientras bajaba de su moto -. ¿Estás asustado de una chica?

Kojiro no podía ni hablar de lo asustado que estaba. Nunca pensó que Mikey diera tanto miedo, pero ahora entendía porque muchos evitaban problemas con ella. Parecía el diablo en persona.

Mikey ahora mismo estaba muy furiosa, tanto que le estaba costando controlarse. Ese imbécil que tenía delante había estado hablando pestes de ella, aunque eso no le molestó mucho, lo que más le molestó es que ese energúmeno se acercase a Takemichi, y eso sí que no lo iba a perdonar. Nadie tocaría a Takemichi, ni a ninguno de sus amigos, y fue por eso mismo que fundó Kanto Manji. Nous le hizo ver que aunque hubiera disuelto ToMan para que sus amigos tuvieran un futuro feliz, seguían en peligro por haber sido parte de ToMan, y muchas pandillas querrían reclutarlos, poniendo el futuro de ellos en peligro, así que decidió formar Kanto para aplastar a las demás pandillas, estando ella en la cima y protegiendo a sus amigos desde la oscuridad. Ahora Nous era su objetivo, pero en tan solo dos años había logrado crecer demasiado y controlaba gran parte de Kanto. Nous era conocida por no tener piedad alguna, destruían todo a su paso y habían comenzado a controlar parte del bajo mundo de Tokyo. Nous tenía mucho apoyo, algo de lo que Kanto carecía por el momento, pero poco a poco Mikey estaba escalando los peldaños para así acabar con Nous, y todo sería más rápido con Kokonoi de su parte. Pero mientras tanto, iba a darle su merecido a Kojiro, para que entendiera que no debía meterse con lo que le pertenecía, pues aunque se había alejado de Takemichi, él seguía siendo suyo.

En menos de 5 minutos Kojiro se encontraba en el suelo cubierto con su propia sangre, respirando irregularmente y con ambos brazos partidos. Manjiko se lo quedó mirando, percatándose de que ese chico estaba llorando y suplicando que no lo matase. Era patético.