Capítulo 62.

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Ustedes han elegido y aquí está el capítulo. La verdad es que he escrito este capítulo bastante rápido. Comenzé ayer por la noche, pero escribí muy poco, y hoy lo he terminado. Tampoco es especialmente largo, pero como les he dicho, este capítulo no era lo que yo tenía planeado. 

Iba a preguntarles una cosa, aunque es una tontería que les pregunte, ya que sé su respuesta, y sería afirmativa, así que Oscargonzalezvzq la respuesta a tu comentario es sí, pero será en los siguientes capítulos, algo que le va a gustar a YasHaru3 y así podré hacer lo que me pediste en el capítulo 61. 

Bueno, espero que les guste el capítulo. 

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7 de Julio 2008.

La pelea seguía su curso, pero la gran mayoría de integrantes de las tres pandillas se encontraban tirados en el suelo, inconscientes. Se podía decir que solo los más fuertes habían quedado en pie, aunque unos cuantos miembros de Kanto le estaban dando pelea a Mocchi, el cual intentaba arrasar por donde pasaba. Aun así, varias peleas estaban ocurriendo a la vez, y otra estaba a punto de comenzar, ya que Kakucho por fin había llegado hasta Mikey. Cuando Sanzu y Ryusei ven eso maldicen para sus adentros, ya que ellos debían impedir que cualquiera se acercase a Mikey, pero habían fracasado. Baji y Kazutora estaban siendo muy persistentes, y debían tener toda su atención puesta en ellos, pues de lo contrario acabarían inconscientes.

- ¿Ya estás cansado, Haruchiyo? – pregunta Baji jadeando. El pelear contra Sanzu no era nada fácil, no como antiguamente, y Keisuke se había percatado de eso. Ese desgraciado era fuerte y los golpes que le había acertado hicieron daño, pero el azabache también le había dado unos cuantos golpes, por así decirlo estaban en igualdad de condiciones. Hacía mucho que Baji no se esforzaba tanto en una pelea.

- Sería más fácil si pudiera matarte – gruñe Sanzu, el cual también estaba jadeando -. Pero te había subestimado, Baji. En verdad eres fuerte.

- Oh, gracias hombre – con eso Baji corre hacia él y le acierta un puñetazo en el mentón con el cual Haruchiyo cae al suelo -. ¿Por qué hace todo esto Mikey? ¿Por qué se ha alejado de todos? Tú mejor que nadie debes saber que ella estaría mejor con nosotros. ¡¿Por qué la apoyas en esta locura?!

- ¡Porque le prometí a Shinichiro que la protegería! – grita Sanzu irguiéndose para quedar sentado. Ese último golpe había dolido demasiado -. Es ella la que decidió alejarse para protegerlos. Créeme, es mejor así. Además, estoy haciendo todo lo que puedo para cuidarla, pero sabes que Mikey no es fácil de...

- ¡No me vengas con esas! – lo interrumpe Baji -. ¿Qué es mejor así? ¿Qué la estás cuidando? – Baji se inclina para agarrarlo de la camiseta y acerca su cara, amenazadoramente, a la de Sanzu -. ¿Tú has visto cómo está? Ha perdido peso, y está claro que no duerme bien. ¿Eso es cuidarla?

- ¡Hago todo lo que puedo, Keisuke! – gruñe Haruchiyo.

- Pues eso no es suficiente – con eso dicho Keisuke lo suelta sin cuidado alguno -. Ahora estate ahí quieto, que voy a hacer que el desgraciado de Ryusei entre en razón.

- ¿Crees que me has ganado? – gruñe Sanzu.

- No, no te he ganado – dice el azabache mirándolo muy serio -. Pero quédate ahí un par de minutos, ¿quieres? Descansa un poco y ahora seguimos. ¿Me harías ese favor?

Sanzu se lo queda mirando con los ojos entrecerrados, pero al final accede. De verdad que estaba agotado, y si no descansaba aunque fuera un poco, no podría seguir con esa pelea y Baji acabaría ganando. De momento dejaría que Ryusei se encargase, solo necesitaba unos minutos, los cuales utilizó para llamar al hospital general. Como era habitual, cuando llamabas a emergencias el hospital general se encargaba de enviar una ambulancia si había algún herido. Sanzu seguía sin creer en las palabras de Takeomi, de verdad dudaba que Draken hubiera muerto, pero ahora tenía la oportunidad de averiguarlo.

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