Capítulo 30

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—Lo siento tanto, Operadora. Le juro, que no volverá a pasar.

Habló ella tratando de no dejarse ver por la mayor, evitando su mirada inexistente y a su vez intentando mejorar su tono ahora algo quebrado al hablar debido a su llanto que se forzaba por no dejar salir, había cometido un error enorme, uno accidental, no era su culpa tener tic's, pero nadie iba a ser considerado con ella despues de casi hacer que las asesinaran a las tres, por supuesto que nada mas llegar sus compañeras dieron queja con su superior, Tamara ya antes había tomado medidas, Slenderwoman, a pesar de esas horribles maneras en que le informaron todo a medias, fue considerada, puesto que ambas estaban tan enfadadas que le, no pedían, exigían a la Operadora que la "despidiera" de una vez por todas, esto lo hizo más Tamara, pues Briana solo solicitaba un descanso para la menor, había tenido errores, no tan graves como este, pero quería que cesaran igualmente, aún con todo lo que le decían sus proxys, Slenderwoman solo la castigo, con severidad, era Tina quién no soportaba ese zumbido en su cabeza, era horriblemente y penetraba en su cabeza, habían sangrado sus oídos e incluso su nariz un poco, pero eso era lo que menos le dolía, ¿quién dijo qué Tina no podía sentir dolor alguno?, así de horrible era ese sonido con el que la castigaba su jefa, pero le lastimaba sobretodo el saber que la había decepcionado en una misión tan importante, pues ella le dió la oportunidad de ir y ella lo arruinó, entre tantxs proxys que habitaban en la casa sirviendo a la mujer sin rostro, la había tomado a ella y había salido todo mal, todo esto la estaba abrumando demasiado y en cuanto la mayor se fue y esta se creyó sola, se soltó en lagrimas finalmente



La joven no había dormido esa noche después de lo sucedido en la misión del día anterior, ahora, aunque le seguía afectando, estaba más calmada, aparentemente.
Seguramente cualquiera que se detuviera a mirarla aunque sea un momento un buen vistazo, notaría todos los rasguños en su rostro, seguro que también quién lo viera creería que fueron hechos en su misión, pero no, en realidad sólo se habían tratado de un ataque de tic's. No había tenido una buena noche, las voces en su cabeza no cesaban y los tic's no se detenían, también podía escuchar desde su habitación la discusión que tenían sus dos compañeras, una pelea provocada por ella, pero no intentaría meterse siquiera, aún cuando quería gritarle a Tamara que dejara de joder de una vez a Briana, ya que no era su culpa nada de lo que pasó y aún así era quién estaba dando la cara en su lugar, aún así, no se iba a meter, ya que no hacía más de 24 horas que su compañera con problemas de irá y sin haberse medicado le apuntaba con una pistola en la cabeza, no iba a arriesgarse, no porque no quisiera, pero fue lo que le pidió Slenderwoman, y al menos en eso sabía que si podía cumplir.
Había llorado, en silencio, no quería que la escuchara nadie en esa cabaña con paredes de papel, pero ahora que era de día y no podía sólo quedarse en su habitación encerrada se notarían esos ojos que siempre estaban llenos de alegría y brillo, apagados por una vez, hinchados y rojos, no sabía cuanto tiempo estaría así, sintiéndose mal, sintiéndose  culpable, y como dije, esas voces no paraban, y no eran buenas, sólo escuchaba como dentro de su cabeza había una discusión de diez personas hablando y haciéndole comentarios como "¿Desde cuándo te has vuelto tan inútil?" "¿Desde cuándo te has hecho un estorbo" "... Una piedra en el camino de los demás" "Lo estás arruinando todo de nuevo, ¿es esto lo que querría...?" Ahí quedaba, ella las detenía, no se dejaría manejar por una manipulación tan barata como usar a su padre y hermana en recuerdo para atormentarla, aún si lo estaba haciendo todo mal, ellos jamás hubieran dicho lo que esas voces le gritaban, claro que... esas voces eran de ella misma. Y con ellas traían recuerdos pasajeros, no cualquier recuerdo, especialmente los que ayudarían en potencia a hacerla miserable. Una frase en especial le dolió recordar en mitad de la noche: "... Pequeño monstruo insensible". Esa se la había dicho Tamara en sus primeros días como proxy, y vaya que había dolido, y vaya que había sido terriblemente difícil superarla, además de que la estúpida de su compañera se la había dicho luego de golpearla para meterla en un armario al darse cuenta de que Tina Rogers no podía sentir sus golpes. Esa noche como en esta había tenido un ataque de tic's, temblaba, lloraba, sangraba y escuchaba las voces en su cabeza mientras era acogida sólo por el frío de la noche solitaria en la oscuridad de un lugar pequeño.
Tina Rogers esta mañana decidió salir ahí afuera y demostrar con ganas por primera vez en su estancia en la CreepyHouse, que era más de lo que ellos veían, al menos hoy estaba comprometida a que vieran que no es una idiota, porque tener enfermedades no te hace un idiota; porque un error no vale el exilió, porque era mucho más de lo que todos se limitaban a esperar de ella, y lo demostraría... comportándose... y probablemente huyendo de casa por la noche para completar la misión sola, esa que arruinó por accidente, ¿Era orgullo?, quizás; pero si no lo lograba, al menos sabrían que Tina Rogers tenía el valor de intentarlo otra vez, y otra vez si era necesario, y las veces que lo fueran, porque Slenderwoman no acogió una enferma por lástima, no, la Operadora tomó a una hábil muchacha y la convirtió en una de sus proxys, algo debió tener de especial para haberla elegido, y de eso se iba a enorgullecer en cuanto les demostrará que Ticci Tina era mucho más que una patética "niña"

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