Fin de la misión.

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Había sido un día bastante movido para la familia con la que estaba la joven proxy, estaban tan apresurados arreglando todo para una pequeña fiesta que habían planeado, algo elegante y querían ocultarla, ella lo sabía, por lo que se limitó a observarlos, como un niño cuando mira como se mueven las hormigas, ¿Y si supieran que era su última fiesta?, ¿Y si supieran que iban a morir esa misma noche?

Quizás los hermanos se habrían reconciliado.
Quizás los padres se darían un tiempo para sí mismos, lejos de las cámaras.
Quizás, quizás, quizás...

Las horas pasaron como minutos, Ticci Tina se encontraba metiendo algunas cosas en un bolso, como si fuera a salir por un rato simplemente, pero vamos, era Tina, terminó tomando también una mochila y metiendo algunas más cosas de lo que había planeado antes.

Estaba todo listo, ahora solo a esperar el momento exacto.



La señora de la casa pareció algo alterada cuando la castaña salió, ya le había dicho que no lo hiciera, así que se acercó y habló tratando de ser amable

— ¿Se te ofrece algo?—.

— Oh, si, señora. Lo que pasa es que la necesitan en el sótano sus hijos se han quedado ahí atorados y me han dicho que no había otra llave.

Era una excusa extraña, improvisada, pero aún así la mujer asintió, aceptando acompañarle. Esta le guío hasta el sótano, que raro, guiar a alguien por su propia casa, era una casa muy grande, la mujer pensaba que estaría su marido arriba encargándose de los invitados mientras ella no estaba

— Aquí.

Le señaló Tina con una ligera sonrisa y la madre metió la llave y la giró para entrar, era un silencio extraño

— ¿Estás segura?

— Si, solo... Déjeme encender la luz.

Y así lo hizo un momento después, la cara horrorizada de la mujer al ver a sus hijos y esposo amarrados colgando de las manos en el techo, amordazados intentando decirle que se fuera..., fue algo que le divirtió a la menor

— ¿Pero qué es esto?

Apenas pudo preguntar

— Le dije que se habían atorado, ¿No lo ve?

Y pronto le puso un pequeño trapo cubriéndole la boca y nariz, inhalando un olor desconocido, uno que la había hecho quedar inconsciente.

•••

— ¡Hasta que despierta!, ¿Cree que tengo toda la noche?

Está frase la reconoció ella, eso mismo le había dicho ella la noche anterior a Tina cuando le había pedido algo y la distraída chica no lo había hecho, aunque sonó algo rencorosa, solo intentaba divertirse un poco, al fin y al cabo era la última noche.

— Que descortés dejar a los invitados, ya les he dicho que se encuentra... Indispuesta, se fueron ya todos.

Sonrió mientras la miraba, la castaña estaba sentada en una silla al revés y tenía consigo las dos típicas hachas de sus mejores trabajos, al igual que la ropa que tenía el primer día que llegó a ellos

— No es algo personal

Empezó a explicar, pues los tres no dejaban de intentar gritar, probablemente gritar por ayuda o gritarle a ella si es que eran tan valientes

— Bueno, contigo si es personal, pequeña molestia si no fuera por ti hubiera tomado la joya y me hubiera largado sin más

Se dirigió al hijo menor, Jacob, se miraron entre sí y el sínico hasta parecía estar confundido

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