🍃🍁🌼No Somos Iguales🌼🍁🍃

Capítulo 44

Este era un día de marzo cómo cualquier otro... la brisa era buena, un complemento ideal para el sol que hacía, extrañamente. Vestida de sus colores habituales, con un abrigo de marrón y una falda de mezcliya, Tina esperaba. Era la primera vez que una cita había sido planeada como una cita. Eso era especial para ella.

Quien diría que se iba a quedar allí durante las próximas seis horas. Seis horas eran, quieras o no, mucha paciencia. Mucho tiempo de justificar, mucho rato pensando "tal vez se ocupó en esto", esto, esto y lo otro, pero no podía pasar toda la noche allí. Se marchó. Hizo nuevos planes y salió de allí directo a la ciudad, pues, ella ya tenía en mente a lo que iba, en fin, fuera con o sin el castaño, ya había terminado arreglada y con el modo ilusión activado.

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—Hey Masky, Hey Masky, hey Masky, hey Masky, hey Masky...~

El hombre suspiró con total fastidio al escuchar la voz bien conocida por él; maldecía el porque el Operador le había mandado a buscar con él y que la "cálida" bienvenida fuera por parte del castaño. Pero, en cierta parte, él alivio que sentía era inmenso, pues no negaba que había pasado noches en vela preocupándose por él, y aunque no lo dijera en voz alta, aquella había sido la razón de que arrastrara su trasero de nuevo a aquel ser del cuál por fin se había liberado.

No tardó en acercarse a él después de tirar su cigarrillo en el piso y tomarle de su sudadera, para acercarle con fuerza y que sus ojos se encontrarán.

—Mierda, Tobías ¿No sabes cuándo callar, ¿cierto?, ¿tengo que volver a enseñarte?

La crudeza en su voz había salido sin quererlo, práctica muestra que había olvidado tomar sus pastillas esa mañana. Por lo menos no le había tirado al fango cómo comúnmente lo haría, gran avance.

El chico estaba jodidamente feliz, el tener de nuevo a su compañero junto a él, era simplemente lo mejor para él, éste había desaparecido hace un tiempo, pero ahora que lo tenía nuevamente cerca realmente no quería que esté se fuera, no, nunca más.

Él realmente estaba jodidamente feliz de tener de regreso a Masky, SU Masky, debajo de su bozal una enorme y estúpida sonrisa se hacía presente y no se borraba por nada del mundo, ni lo haría, estaban juntos otra vez y está vez no volvería a perderlo, lo había extrañado tanto, incluso su mal humor, su poca paciencia, todo, absolutamente todo en él, que ahora quería aprovechar cada momento.

Al ver qué el contrario se le acercaba de esa manera amenazante tan típica él no pudo evitar que su corazón se agitara a más no poder mientras que sus tic's se activarán gracias al nerviosismo que esté le provoco, sobre todo cuando le tomo de la sudadera y le miro a los ojos, aún así su sonrisa no desapareció en ningún momento.

—J-je yo t-tam-tambien te e-extrañe T-Tim.

Dijo éste mientras algunas partes de su cuerpo se agitaban gracias a los tic's, pero no quitó la vista de aquellos ojos que siempre le habían gustado.

- O-olvidaste t-tu me-... Medicina.

Dijo levantando su mano derecha con el frasco de pastillas anaranjado con tapa blanca para después agitarlo frente a quien los sostenía.