IV

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MUJER BRILLANTE

~Rick~

Diecisiete años después: tiempo actual...

El silencio del alrededor es tan agobiante que puede llegar a consumir cada parte de ti.

Los árboles bailan en dirección al viento. Sus hojas son tan verdes al igual que el pasto donde me encuentro sentado frente a la tumba de mi madre.

Es un hermoso lugar. Es tan hermoso como lo era ella. Estoy seguro que ella hace que todo esté campo de muerte se vea tan poético.

En honor a Cassandra Dagger

Leí de nuevo la lápida de mi madre.

No sé cuantas veces he leído su nombre ya. Sólo se que han sido diecisiete años leyendo el mismo nombre.

Diecisiete años sin ti mamá.

Diecisiete años pensando que pude hacer más por salvar tu vida. La tuya... y la de mi hermana.

Acomodé de nuevo las flores que le gustaban a mi madre para irme. Llevo toda la mañana bajo el árbol que esta sobre la tumba de mi madre. El sol está apunto de llegar a mis pies.

Guarde mi libreta de dibujo y todo lo que use para dibujar.

Leí una última vez su nombre recordando la última vez que la vi. Aún recuerdo con exactitud esa noche. Cada minuto.

¡Bling! ¡bling! ¡bling!

Llamada de Sami.

Ahora que quiere esa mocosa.

—Dime.

—Tenemos un problema con el equipo.

—¿Y que quieres que yo haga?

—Que lo resuelvas para eso eres el capitán.

—Lo hablamos en la universidad. Ahora tengo que manejar.

Colgué la llamada poniendo en marcha el auto. Los guardias me siguieron por detrás en las camionetas negras.

Siempre andan como chicle a mí. No me dejan ni un solo minuto del puto día. Solo lo hago por la insistencia de mi padre en andar con ellos todo el tiempo. Desde que mi madre murió cree que algo me pasará a mi también.

Me asfixian.

Cuando llegue y por fin me libere de ellos me dediqué a mis clases de siempre esperando que todo terminara pronto.

Hay veces que quisiera solo comprar el maldito título universitario y irme de esta universidad tan aburrida y dedicarme solo a mi trabajo y a pintar.

No deseo más.

¡Bling! ¡bling!

Otra llamada entró arruinando mi paz.

Llamada de Abogado.

Levanté una ceja. Cada que ese hombre llama siempre son malas noticias.

—¿Qué? —respondí la llamada con cansancio.

—Señor Dagger. Lamento molestarlo, pero desgraciadamente uno de sus hoteles recibió una demanda.

Reviré los ojos a la nada ¿Qué rayos quiere que yo haga? Aquí el abogado es él no yo.

Respire profundo.

—¿Que fue lo que paso?

—Al parecer una mujer no estuvo complacida con los servicios que brinda su hotel. Ya que uno de los empleados no hizo bien uno de sus trabajos.

Fuego Rojo Y Azul ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora