XXV

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SIN RASTROS DE ELLA

~Rick~

El aburrimiento y la desesperación me esta matando.

¿Cuánto tiempo falta? Quiero volver con mi Lotty.

Pase los dedos por mis labios, acariciándolos, recordando su sabor. Me sorprende cómo una sola persona puede hacerme sentir así. Antes, las chicas eran solo un pasatiempo, pero ella... es diferente. Me gusta cómo me hace sentir, cómo me hace sonreír.

Me siento tan ridículo.

¿Por qué tarda tanto esta clase? Quiero volver a verla, a besarla, a abrazarla. Ese beso fue algo especial, algo que no quiero olvidar.

Tuve que usar toda mi fuerza de voluntad para no secuestrarla y llevármela de esta universidad.

Tuve que clavar mis uñas en el asiento para no levantarme y buscarla. Para no secuestrarla y llevármela lejos de este lugar, lejos de todo lo que no sea ella y yo. Me siento desesperado, atrapado en esta espera interminable. Quiero volver a verla, a tocarla, a saborear su piel.

Ay, Charlotte, te has vuelto mi maldita obsesión.

No puedo hacer otra cosa que verla todo el tiempo en mi cabeza.

¡¿Y así se atreve a pedirme que me separe de ella durante todo un día?! Verla hasta mañana es una eternidad. Por Dios, esto es un suplicio. No sabía que mi castigo todavía seguía.

Cuando termino mi clases fui a la cafetería esperando encontrarla ahí. Pero para mi mala suerte solo estaban toda la bola de críticones.

Juro que no quiero verlos ahora mismo, pero Charlotte vendrá aquí en algún momento.

Cuando estuve a pocos pasos de llegar a Sami vi como estaba pegada a la pantalla de su celular mirando un video.

《—¿No le preocupa dañar la reputación de la familia Byrne con sus acciones?》

Escuché a pocos centímetros el apellido de Charlotte. Le quite el celular de las manos a Sami par ver mejor el video.

—Idiota me asustaste —dijo Sami antes de tirarme un golpe en el pecho.

Me importo un carajo y me concentre en el video, podía ver como Lotty estaba luchando por salir de un tumulto de gente que la acosaban.

Justo en ese momento puse más atención a mi alrededor y comencé a escuchar los murmullos de los estudiantes, platicando y inventando cosas sobre lo que pasó. Los maestros también dan vueltas de un lado a otro haciendo quien sabe qué.

¿Como carajos dieron con esta universidad? Es de las más discretas.

—¿En que momento paso ésto? —levanté la voz buscando mi celular.

¡Donde carajos estaban los putos guardias inútiles que le puse!

—No contesta —escuche la voz de Kira a mi lado, esta desesperada.

—Fue horrible lo que le hicieron —escuche decir a Erick, muy preocupado, y algo disgustado y es que no es para menos. Todos estaban contra ella—. Estuvo a nada de colapsar.

—¿Qué? —grité con el maldito celular en la oreja. Erick me mostró el celular donde se veía como Charlotte estaba pálida entre los brazos de Roger qué ha apartado a un poco de gente de su alrededor. Van a pagar por esto. Los tonos se dejaron de escuchar mandándome al buzón—. ¿Porqué no respondes Charlotte?

Kira y yo seguimos dando vueltas con el celular en la oreja tratando que conteste.

—Por dios dejen su preocupación, Charlotte siempre ha sido dramática, va ha estar bien —la maldita voz del inservible e inútil de Joseph se hizo presente totalmente indiferente a esta situación—. Sabremos de ella en unos minutos. Es solo una de sus crisis habituales.

Fuego Rojo Y Azul ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora