XXIII

28 3 0
                                    

LA BIBLIOTECA

~Rick~

—La voy a matar —Kira veía la fotografía frenética, infeliz por lo que su amiga hizo.

Y yo intento no perder la calma.

Vamos Rick, respira. Cuenta hasta un millón.

Solo es una fotografía.

Con Bratt.

¡¿Que carajos hacía con Bratt?! ¡Y en un puto bar hasta la madrugada borrachisima!

Y paso la noche en su casa.

¡¿QUE TENIA QUE HACER ÉL EN SU CASA TODA LA NOCHE?!

Y no ha llegado a la universidad.

¿Y si Bratt me la quita? No, no, no, no. Eso no va ha pasar, no. ¿Que le puede dar él que yo no?

Soy más rico que él, soy más guapo. Obvio. Tengo mejor personalidad, la he buscado como un idiota todo el tiempo. ¿Porqué demonios siempre termina con él? ¿Que mas tengo que hacer para tenerla a mi lado y que nunca se vaya?

Jamás me había arrastrado por tener una maldita palabra de alguna persona y justo cuando lo hago me mandan al carajo.

Me pase las manos por la cara frustrado por todas las emociones que me hace sentir y no las llena.

¿Que pudo pasar en esa cena para que terminaran borrachos hasta las cuatro de la madrugada? Y se ven muy felices.

Volví a mirar la fotografía que tomó algún paparazzi. En ella se capturo el momento justo donde Bratt la tomo por la cintura mientras ambos levantan los brazos con una enorme sonrisa. En la mano que no sostiene la cintura de Charlotte se puede llegar a ver una botella de Ron. Luego están otras dos fotos donde Bratt le da un trago a Charlotte y la última donde Charlotte al parecer esta animando a Bratt muy contenta a tomar una fila de shots.

Esos dos se pusieron hasta el culo.

Lo peor es la información que proporcionan. Son unas malditas ratas.

—Hola.

Todos llevamos nuestras miradas a Charlotte cuando llego de la nada. Tomo asiento dejando su bolso aún lado y sus mil celulares en la mesa.

Los tres dramáticos —Ki, Sami, Erick— la miraron con los ojos entrecerrados. Joseph con más ganas de matarla qué Kira. Y yo por más que quise no pude verla con algunas molestia.

Es tan horrible no poder enojarte con alguien. Puede hacer contigo lo que se le viene en gana.

Así que no mostré ninguna emoción, simplemente detalle cada parte de ella como si fuera la última vez que la veré. Siempre ilumina mi día y hace que olvide todo.

Cuando vio que nadie correspondió su saludo miró a su alrededor confundida las distintas miradas.

—¿Qué pasa? —pregunto no muy afectada. Esta de mal humor. Tal vez sea la resaca.

—Deshonra —le dijo Erick negando.

—Desgracia —le siguió Sami.

—Traidora —termino Joseph.

Muy confundida miró a los tres personas hacer su show. Lo pensó un momento y no encontró explicación alguna.

—¿Me quieren decir que les pasa? —miro a Ki en busca de una respuesta pero ella también la esta mirando feo— ¿Porqué me miras así? ¿Qué hice?

En ese momento Ki le puso la revista sobre la mesa con fuerza provocando un salto en ella.

Bajo la mirada y solo necesito unos segundos para captar todo. Abrió mucho la boca y luego la cubrió con su mano muy sorprendida.

Fuego Rojo Y Azul ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora