XXVII

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TODO ESTARÁ BIEN CARIÑO

~Rick~

La miró de espaldas a mí, mientras contempla su jardín, evitando darme la cara. Su cabello brillante castaño lo tiene suelto a su espalda, totalmente lacio, cubre sus brazos hasta los codos y me doy cuenta que lo tiene más largo de lo que creí. Tiene una pijama morada pálido, igual a la que tenía hace días, elegante, delicada y pegada a su figura delgada, resaltando su silueta.

Miró cómo agarra los bordes de su balcón, perdida en sus pensamientos que intenta organizar para darme una respuesta definitiva.

Deslizó mi mirada hasta su muñeca, donde brilla el brazalete que le regalé. Y por alguna razón, eso me da un céntimo de esperanza a que no me mande al demonio ahora mismo.

No entiendo por qué se esconde de mí. Y no hablo de su presencia física, es como si tuviera miedo a demostrar su verdadero ser. A mí no me molestaría conocerla, yo la aceptaré sea como sea.

No me importa si es descarriada, escandalosa o así esté un poco loca, no me importa. O bueno, en realidad sí me importa, porque eso fue lo que me hizo poner los ojos en ella, su manera de ser me llevó a querer tener a esa persona única en mi vida.

Porque ella es única.

Siempre que la veo, digo dentro de mí que no hay persona más especial que ella. Sus actitudes, su enojo, su alegría, su altanería y su paciencia la apartan de todo lo común que existe en este mundo lleno de estereotipos, donde si una persona se le considera villana no puede sentir tristeza, si es educada no puede divertirse, cuando la persona es paciente tiene que aguantar cada mala acción, donde si es alegre no tiene el derecho a enojarse.

Ella rompe todo el sistema. Y lo demuestra con cada una de sus acciones, puede ser la persona más fuerte de la tierra pero también se derrumba cada que no puede más, puede tener mucha paciencia pero también explota. Tiene límites que, si los cruzas, desearás que nunca existan más líneas, porque ella te mostrará que es estar más allá de su línea de paciencia y terminará poniéndote en tu lugar.

Ella te entrega un panorama diferente de la vida, y eso es digno de admiración.

Eso es lo que siento por ella.

Admiración.

Y si me aleja, tendrá más de esa admiración al ponerme una pared donde pueda yo chocar. Porque nadie me la ha puesto, y no me enojaría que ella fuera la primera.

Porque eso solo me llevará a buscarla más. Yo jamas me rindo.

Si piensa irse, yo correré hacia ella; si piensa herirme, las heridas sanan; y si piensa alejarse, la tierra es redonda.

Nos encontraremos siempre.

Sea como sea ella y yo siempre vamos a estar juntos.

Claro que si.

—Vete entonces.

Me quedé viendo su muñeca con el brazalete en ella brillando por el sol.

Sonreí al escuchar sus palabras.

Si tan solo supieras que eso me hace querer tenerte más cerca Charlotte.

—Bien Lotty... hasta nun... —No puede terminar o me iba a reír a carcajadas por decir algo que no pienso hacer nunca.

Me di la vuelta para ir a la puerta y salir de su habitación, mientras reprimía una risa. Cuando entré a su habitación, no fue una sorpresa la imagen que me acogió. Es igual que ella.

Sus paredes están pintadas de un color crema, con luces halógenas embutidas en el techo que proporcionan una luz cálida y suave a todos los rincones. Su techo es redondo, con decoraciones doradas y un candelabro de cristales blancos que proporciona más luz. Debajo de éste se encuentra su cama, con detalles elegantes y refinados; sus colchas tienen un color crema y nuez, con muchas almohadas que crean un efecto de abundancia y comodidad, con fundas de satín y seda. De cada lado hay dos buros de estilo clásico, con lámparas del mismo estilo.

Fuego Rojo Y Azul ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora