IX

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TRAJE AZUL

~Charlotte~

—¡No tengo nada que ponerme! —Empecé a lloriquear. Mire en todo mi armario y no encontré nada adecuado para ir a la exposición de Rick.

Tuve toda una semana para buscar mi atuendo, pero como siempre dejo todo para lo último.

Ki buscaba paciencia interna después de darme mil opciones de combinaciones para ponerme.

Hoy es la exposición de Rick. Llevo horas intentando encontrar algo para ir de manera decente, no quiero ir vestida como siempre, iríamos a una exposición de arte no a una junta ejecutiva.

—Charlotte si no escoges algo en menos de cinco segundos juro que te llevaré en albornoz.

—Es que no hay nada de ropa ahí —Señale el pequeño armario.

—Tienes un armario de cinco metros cuadrados totalmente lleno, no puedo creer que no tengas un atuendo que no te guste.

—Si me gustan.

—¿Entonces cuál es el drama?

—Pero no me gustan para la ocasión.

Soltó un poco de aire, esta perdiendo la paciencia. Se tomó el puente de la nariz tratando de tranquilizarse.

—La invitación es para el día tres de Noviembre de este año ¡No del siguiente! —Se acaricio la sien—. Así que entra ahí —extendió el brazo señalando el armario—, y ponte algo por favor.

Para ella es fácil decirlo todo le queda bien. Su cuerpo es delgado y tiene una cintura perfecta, yo no, ella se puso un vestido negro que le llega hasta los tobillos, se hizo un chongo elegante, colocó accesorios dorados y aunque odia llevar tacones se puso unos que tenían aproximadamente cinco centímetros de altura. Eso era demasiado para ella.

Eso para mi es como caminar por el suelo descalza.

Entre de nuevo a mi diminuto armario revise cuidadosamente que podría ponerme. O más bien que combinar, porque podría ponerme cualquier cosa.

No sé porque me comportó así, incluso le hice perder la paciencia a Ki, ella es de las personas que no pierde la paciencia fácilmente.

La prueba es que me ha soportado durante años.

Fui colocando en la isla de mármol que se encuentra en el centro las blusas qué más me gustaban.

Al final me quedé con una blusa blanca de satin con mangas esponjadas y algo corta.

Escogí un pantalón negro que se ajusta a mi cintura el resto es algo suelto con dobladillos.

Me vestí rápido, coloque unos tacones negros que apenas se veían porqué el pantalón los cubre.

De peinado solo tome dos mechones y los amarre por detrás de mi cabeza al final le coloque un moño gigante de tela blanca, el maquillaje ya lo tenía listo. Está vez si involucré más maquillaje, pero al mismo tiempo es algo ligero.

Salí del armario con una gran sonrisa, Ki dio gracias al techo.

—Por fin, te ves muy hermosa ¡VAMONOS!

Me saco casi arrastrando de casa. No me soltó hasta que estuvimos dentro del coche en marcha para yo no poderme escapar.

Estaba nerviosa por volver a ver a Ri… A los chicos, no sabía si todos ellos estarían ahí…

Bueno no es cierto.

A quien engaño me daba más nervios ver a Rick.

Desde lo que hizo cuando me entrego la invitación no puedo evitar que se me tiñan las mejillas de rosa. Incluso Ki sé pasó toda la semana burlándose de mí.

Fuego Rojo Y Azul ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora