Charlotte: 16 años...
El corazón me late muy despacio, o eso creo escuchar, todo a mi alrededor parece estar corriendo en cámara lenta. Mis movimientos parecen inutiles. Veo a mis hermanos corriendo frente a mí lo más rápido que pueden, subiendo las escaleras a zancadas.
Cuando vimos que Lorenzo dio la vuelta en el pasillo que dan a las escaleras qué nosotros estamos subiendo Ollie tomo a Dalila entre sus brazo y comenzó a correr con ella.
—Corran, adentro —lleve a mis hermanos a la habitación rápidamente antes que Lorenzo nos alcanzará.
Con la rapidez de un rayo cerré la puerta con seguro con los nervios de punta. Ollie llevo hasta el otro lado del cuarto a Dalila y le tapo los oídos antes que los estruendos contra la madera de la puerta empezarán.
Yo me quede junto a ella tratando que Lorenzo no la tire. Cerré los ojos esperando los golpes qué provocan un horrible sonido para mis oídos.
Detesto esos golpes. Los detesto, pero necesito quedarme en la puerta tratando de evitar que la tire.
Solté un grito tapándome los oídos cuando escuche el primer golpe. Dalila comenzó a llorar por los estruendos que se escuchan de la madera casi quebrandose.
—¡Déjame entrar! —gritó Lorenzo desde afuera totalmente fuera de si.
Otro golpe volvió a impactar la puerta y esta vez fue más fuerte. La cabeza me comenzó a dar vueltas y mi respiración fue en aumento cuando las lágrimas comenzaron a caer.
No se porque siempre que estamos solos es que se pone así. No se ni siquiera, porque nos dejan solos cuando él es así.
Pero solo lo hace cuando mi abuelo sale de viaje y po desgracia mi abuelo se la pasa más en cualquier parte del mundo, menos aquí.
Mi pequeña hermana lloro todavía más cuando los insultos comenzaron a salir de la boca de Lorenzo.
Baje la vista a mi brazo y piernas qué es donde tengo las marcas de los golpes qué me dio antes que Ollie se metiera a quererme defender y Lorenzo quisiera ir contra él también. Tuve que reaccionar antes de que los golpeara y lo empujé con mis pocas fuerzas y lo hice enojar todavía más.
Arden y duelen mucho, pero no tanto como me arde el alma al ver cómo mi hermana llora, el dolor de mi piel no se compara con el dolor de mi corazón al ver a Ollie tratando de calmarla y convencerla que nada esta pasando.
—Ollie, enciende la televisión —tuve que dejar de llorar y tratar de mejorar las cosas. Otro golpe se escucho y me hizo temblar—. Pon música. Sube todo el volumen.
—¿Para qué? —susurró con susto.
—Solo hazlo.
Dejo a Lila sentada en el piso mientras iba hasta el control remoto y hizo lo que le pedí. Puso la canción favorita de Lila a todo volumen y eso debilitó el sonido de los golpes que siguen.
—¡Si no me dejas entrar será peor para cuando salgas Charlotte! —Se escucho un grito amenazante que fue ahogado por la música.
—Canten —dije con voz temblorosa—. Canten.
Pegué mí cabeza a la madera de la puerta y dio un ligero brinco por el golpe que creo fue una patada.
La cabeza me esta retumbando y estoy muy mareada, pero no puedo desmayarme, no ahora, tengo que protegerlos a ellos. Tuve que cerrar con fuerza los ojos para alejar todo rastro de debilidad.
Volviendo a la realidad pude observar como mis dos hermanos están cantando lo más fuerte que pueden tratando de distraer la mente de mi hermana. Es una niña y distraerla es fácil y más cuando le dan lo que quiere.

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Fuego Rojo Y Azul ©
Teen FictionEn el mundo de los millonarios, nada es como parece. Charlotte y Rick son dos personas con secretos y motivos ocultos. Cuando se encuentran, su conexión es instantánea. Pero nada es tan fácil en la vida de Charlotte Byrne. Pero nada en la vida se R...