FUERA DE CONTROL
~Charlotte~
¡RIIIIIIIIIIIIIIIN!
—¡Arriba! Es hora de levantarse hoy es sábado. Tienes entrenamiento. —Se lanzó a la cama Kira y comenzó a saltar en ella.
Comienzo a arrepentirme de haber aceptado entrar al equipo. Hace meses que no tengo que entrenar tan constante.
Ahora los sábados son mi mayor tortura.
—Dejame dormir un rato más.
—No señorita —escuché la voz de Sami entrar por la puerta de mi habitación—. Hoy tenemos entrenamiento. No quiero que vuelvas a llegar tarde.
¡Eso fue culpa de Rick no mía!
—Son las peores amigas del mundo.
—Si, si lo que digas. —Ki me arranco el edredón de encima.
Yo solo me quejé dando la vuelta para quedar boca abajo.
—¿Donde está tu arco? —pregunto Sami.
Señale en dirección a mi armario. Ambas chicas desaparecieron por la puerta.Yo me quedé un momento más en mí cama esperando que se rindieran y me dejaran dormir.
Logré escuchar unos pasos más antes que volviera a dormir. Momentos después sentí como la cama se hundía por el peso de la persona que se acababa de acostar a mi lado.
—Arriba Lotty —susurró esa voz ronca que conozco a la perfección. Sus cálidas y grandes manos acariciaron mis mejillas con delicadeza—, ya nos tenemos que ir.
Abrí los ojos nuevamente para encontrar esos ojos color turquesas que cada día me encantaba más como me miraban, la forma en que se dilataban o como brillaban con cada sonrisa que él me da.
Esta semana apenas pude verlo. Tuve muchas clases y trabajo.
Sus manos aún me acarician con mucha delicadeza. Como le diera miedo herirme con un solo rosé. Le sonreí sin pensar. Solo él me arranca sonrisas sin esforzarse un poco. Mí estómago se hundía con cada rosé que el da a mi mandíbula con su pulgar.
¿Porque tiene que ser tan encantador?
—Ricky —pronuncié con calidez.
Sonrió con dulzura antes de volver hablar. Esa maldita sonrisa que no he logrado sacar de mi cabeza desde el primer día que lo ví. Un día va ha matarme.
—Vamos, arriba.
Yo solo quiero quedarme aquí en la cama. Y ni siquiera alguien tan encantador como él puede sacarme de aquí por voluntad propia.
O me puedo quedar en la cama con él.
—No quiero —balbuceé.
Intenté mover mi mano para tocar su rostro tan encantador.
Antes que me moviera bajo su mano a la curba de mi cuello.
Carajo, ¿Por qué se siente tan bien?, ¿Porque me provoca querer tocarlo?. Provoca una sensación que me llena de paz y al mismo tiempo me descontrola por completo. Es por esa misma razón que necesito más. No pude evitar llevar mi mano a su mejilla acercándome más a él. Al instante sentí una ligera barba.
—¿Que haces? —pregunto, entre risas nerviosas.
Me acerqué hasta tenerlo a pocos milímetros de mis labios. Él no puso ninguna resistencia lo cual me encantó más de lo que yo podría aceptar. Cuando estaba segura que él no se alejaría un impulso se apoderó de mi y...
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Fuego Rojo Y Azul ©
Teen FictionEn el mundo de los millonarios, nada es como parece. Charlotte y Rick son dos personas con secretos y motivos ocultos. Cuando se encuentran, su conexión es instantánea. Pero nada es tan fácil en la vida de Charlotte Byrne. Pero nada en la vida se R...