1990
Alice luce un hermoso vestido azul con algunas decoraciones brillantes, es sobrio, igual que ella, lo es todo el tiempo. Steve viste con una camisa, su cabello siempre es cool, y ellos dos parecen una pareja perfecta, con futuros hijos de comercial de pañales. Aquella es la celebración con amigos, los Darwell y los Harrington han tenido su propia celebración familiar, para mala suerte de Eddie, ha tenido que asistir tambien a esta, pues él es de esos amigos que siempre son parte de la familia, amado por todos, divertido, quien saca las risas de todos, principalmente de Alice.
Nancy y Jonathan están felices por aquello, aplauden cuando Steve y Alice se besan anunciando su boda, Billy sabe que habrá fiesta próximamente, y aquello le agrada, Argyle mira a Eddie de reojo, él sabe un poco sobre el desalentador panorama para su amigo, Robin y Jalander están más que felices. Es un grupo acotado de amigos, pero fieles entre ellos, o al menos eso puede apreciarse a simple vista. Eddie está sentado al lado de Alice, ya les han dado las felicitaciones, cada uno por separado.
Son los primeros del grupo en contraer matrimonio. Comenzaron desde los 17, llevan 8 años de relación, y Steve cree que ya es tiempo de pensar en la familia, a él le gusta ese concepto, y Alice se puede considerar un poco más pausada, no está interesada en apresurar las cosas, pero está lo suficientemente segura de que Steve es EL chico, que asume el compromiso como un escalón más en su relación.
-¿Dónde vas, amor? - Steve ve que su novia se para de la mesa.
- Voy por más champán - ella le muestra la copa. Steve sonríe y mira a Eddie, el principal en todo.
- ¿Por qué no vas con Alice y traes unas copas más? - Steve pregunta con emoción. Eddie mira a Alice, y asiente.
Ella camina, la poca costumbre de usar tacos, a eso sumado el hecho de que ha bebido ya tres copas, le ha hecho tambalearse, y Eddie la sostiene a tiempo, agarra su cintura, y ella toma su mano para volver a acomodar su posición.
- Santo cielo, gracias. Eddie- ella suspira aliviada. Eddie la observa.
- Beber y usar tacos, no van de la mano- Eddie bromea y ella se ríe.
-Tienes razón.
- Ven, te ayudo - Eddie toma su mano y le ayuda a cruzar por el patio que sólo tiene césped. Logran llegar a la cocina, ella va por la botella.
- ¿Y qué se siente vivir sola? - Eddie se sienta en una silla. Él viste formal a su manera, usa pantalones negros, camisa blanca y la corbata ya la tiene un poco desarreglada a esa hora. Alice se sienta frente a él, se cruza de piernas, no lleva tacones, está descalza- Bueno, no sola. Vives con Steve, me refiero a la vida de no vivir con tu familia.
- Bueno, es bastante más relajado- ella bebe- Ya sabes, es nuestro lugar, nosotros hacemos las reglas- Eddie se sirve en una copa.
- Lo imagino. Bueno, yo estoy acostumbrado- Eddie se ríe y ella sonríe, le gusta la sonrisa de su amigo.
- Me hace mucha ilusión que estés acá - ella observa a Eddie- Sabes que el cariño por ti, ha sido especial siempre. Hasta mis padres te adoran - ella lo mira con dulzura.
- Tío Wayne pregunta por ti todo el tiempo - Eddie la observa quietamente.
- Aw, es tan tierno- ella hace un gesto adorable.
- Desde niña te adora- Eddie sonríe y ella recuerda algo, como algo que viaja de manera veloz a su mente. Alice se para de la silla y toma a Eddie de la mano.
- Ven, acompáñame - habla emocionada y él simplemente se deja llevar por el roce de sus manos, Alice lo lleva hasta la habitación que comparte con Steve, él se sienta en la cama y ella se sienta a su lado- ¿Recuerdas cuando jugábamos a a casarnos...? - Pregunta inocente e ilusionada.
- Cómo podría olvidarlo...- Eddie sonríe.
- Tengo guardado esto, mira... - Alice saca una caja de su closet. Tiene papeles con sus letras de niños, donde firmaban y juraban amarse por toda la vida. Los juramentos tenían faltas ortográficas, pero para ellos, a los 7 años, eran la cosa más legal y valiosa.
- Oh, no puede ser- Eddie lee más que divertido- No puedo creer que guardes esto - el chico no puede evitar sentir nostalgia al ver esos papeles tan inocentes. Alice y Eddie se miran unos segundos, del grupo entero, han sido los primeros en conocerse y ser amigos. Y tienen tantos secretos que sólo ellos dos comparten, como esas bodas a los 7 años, también fueron su primer beso a los 12 años, a los 14 fueron su primer beso no tan inocente, siempre bajo el título de amigos, de amigos por siempre, y a los 15, tuvieron su primera vez, aquella primera vez nerviosa, aquella primera vez inexperta y sin orgasmo.
Esa primera vez inocente y curiosa.
Alice y Eddie guardan demasiados secretos que no pueden salir de sus labios, porque el destino no los quiso nunca más juntos, el destino hizo que Steve Harrington llegara al pueblo, se hiciera mejor amigo de Eddie, y novio de Alice a los 17. Cuando Alice y Eddie se miran, saben las cosas que esconden, inocentes y puras, pero que es mejor mantenerlas en sus labios y en sus mentes, ellos se sienten cómodos así.
Eddie le entrega la caja a la chica y ella la devuelve al closet. Eddie no puede evitar sentirse de esa manera, pero Steve es su mejor amigo, y su felicidad, es lo importante.
Steve llega al cuarto, ve a su prometida y a su mejor amigo en el cuarto que comparte con Alice, pero lejos de pensar mal, le gusta, le gusta que todo esté en familia, en confianza.
- ¿Ustedes dos qué tanto hablan, eh? - Steve pregunta divertido. Alice mira a Eddie y después a Steve- Ya salgan, me aburrí de esperar el champán.
- Oh, le estaba contando detalles de cómo me has pedido ser tu esposa- Alice dice aquella mentirita piadosa, y Eddie sonríe.
- Ah, pues. Omite la parte en la que te hago el amor toda la noche. Pues había que celebrar- Steve se ríe. Sabe que hay confianza, sabe que Eddie es uno más, Alice mira al piso, se ríe nerviosa, pero no quisiera que Eddie supiera eso, y Eddie, por su parte, odia imaginar cómo es que su mejor amigo, duerme con el amor de su vida.
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sad beautiful tragic ×Eddie Munson × TERMINADA ✔️
FanfictionEddie y Alice son mejores amigos desde que son niños, los años pasan, malas decisiones han hecho que Alice esté comprometida con el mismísimo Steve Harrington, pero esa vida de ensueño, es simplemente una pantalla de su infierno.