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Alice sale del trabajo después de un día extraño, Rose ha sido una buena sorpresa, y se siente bien se poder llevarse bien con ella, piensa en que su vida no ha de ser fácil y le duele que una niña tan pequeña, de seguro, tenga tanto que contar

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Alice sale del trabajo después de un día extraño, Rose ha sido una buena sorpresa, y se siente bien se poder llevarse bien con ella, piensa en que su vida no ha de ser fácil y le duele que una niña tan pequeña, de seguro, tenga tanto que contar.

Lleva puesto un suéter morado y vaqueros, se ha puesto converse, desde hace un buen tiempo no usaba, y ha pensado en que estar comprometida no es sinónimo de tener que verse mayor, así que ha vuelto a sus zapatillas de lona. Por fuera de su suéter sobresale esa cadena de oro que tiene alguna figura bíblica, se la regaló su madre a los 15.

Alice baja las escaleras,  Eddie la espera afuera, se encuentran, se miran desde la incomodidad y ella guarda sus carpetas en los asientos traseros del coche.

- Hola... - Eddie rompe el silencio y ella lo mira a los ojos.

-Hola... - responde.

- Pues... Te parece si ¿Conversamos?

- Claro... - Eddie camina al coche y ella se sienta a su lado. Hay silencio y él conduce, no le dice hacia dónde van, pues ella confía plenamente en él. Nuevamente los árboles van desapareciendo conforme él avanza.

- La playa... - Alice habla mirando a la ventana y Eddie asiente.

- Sí, la playa - suspira- Creo que es un buen lugar para que hablemos.

Alice juega con las mangas de su suéter y lo observa, mira sus manos de reojo, no entiende por qué siempre tiene que volver a él. Ambos se bajan, es un día gris y hay viento, es un buen día de primavera, es nostálgico. Ambos caminan por unos pastizales, hasta que llegan a la arena, y se sientan, ambos con sus brazos sobre sus rodillas y Alice cree que el mar es maravilloso, al igual que ese lugar, le gustan las caracolas que quedan en la arena, aunque no las toma, cree que lo que es del mar, debe permanecer ahí, al igual que las cosas del bosque, y hay muchas otras cosas que pertenecen a ciertos lugares, y deben quedarse ahí.

- Es un lindo día, me gusta el viento y ver cómo las olas rompen-Eddie lo dice con su cabello al viento y ella asiente.

-Me gusta también - Ella recuesta su cara en sus piernas y observa a Eddie, a él se le hace tan tierno que ella use converse , le hace recordar a esa Alice que solía pertenecer su lado.

- Oye... Quería que hablemos sobre el otro día, ya sabes... Wren.

- Cogen, y son más que simples follamigos- Alice lo dice como si aquello no pudiera afectarle. Eddie la observa unos segundos.

- Pues...

- Hay cosas evidentes, y que son normales. Eres humano, estás caliente y buscas con quien coger, también me pasa, a veces cojo simplemente por algo biológico, más no por el placer de sentir el cuerpo de alguien y sentir sus caricias y besos- la chica es franca al hablar, sólo con Eddie saca ese lado tan directo, es como su diario de vida y a quien le confía todo.

sad beautiful tragic ×Eddie Munson × TERMINADA ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora