37

240 45 17
                                    

Eddie intenta tomar un poco de aire, para continuar llorando

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Eddie intenta tomar un poco de aire, para continuar llorando. Es una carta con tres meses de atraso. El furgón escolar deja a Rose en la entrada de su nuevo hogar y corre a abrazar a Eddie.

- ¡Llegué, papi! - la chica entra emocionada porque ha visto la casa desde lejos.

Eddie seca sus ojos rápidamente, es día viernes, al menos, no es un día tan malo como el lunes.

-Llegaste... - Eddie esboza una sonrisa con todo su esfuerzo, no tiene ni la más mínima gana de sonreír, pero por Rose puede hacer el esfuerzo.

- ¿Estabas llorando? - la niña pregunta, se sienta en la piernas de Eddie y lo abraza - Estuviste llorando, Eddie - lo dice en su tono tan infantil, aquello rompe el corazón del chico.

- Sólo tenía algo de pena... - Eddie seca sus ojos que están húmedos - A veces está bien llorar, lo sabes.

- Es triste cuando tú lloras.  Nunca voy a dejarte solo - Rose besa su mejilla- Somos una dupla, tú lo dijiste. Entonces debo hacerte reír cuando llores.

- Eres la mejor decisión que he tomado - Eddie acaricia el cabello color miel, sus mejillas son brillantes y rosadas - Tienes que saberlo. Y no tengo idea de cómo será nuestra vida, pero... Nunca nada va a faltarte.

- Te cuidaré hasta que seas un viejito y apenas camines - Rose se ríe y Eddie simplemente la abraza más.

- ¿ Quieres salir a comer? No tengo ganas de estar en casa - Eddie se para de la silla, va por su chaqueta y sus llaves- Es mejor que vayamos por hamburguesas, tengo hambre, mucha hambre - Rose camina hasta el perchero y coge su chaqueta, toma la mano de Eddie y ambos salen hasta el coche, emprenden rumbo al pueblo.

Dos semanas han pasado desde el incidente con Higgins y O' Donoghue, Alice no se lo pensó de inmediato, sabe lo que vale, ya no es la misma persona que siempre vivió desde el miedo. Ese mismo día al llegar a su apartamento, llamó y compro el vuelo.

Sabe que no tiene sentido tenerlo todo, cuando no tiene con quien compartir sus alegrías, sabe que ha estado toda su vida con una cuerda invisible atada a la mano de Eddie, desde que son niños y jugaban a casarse.

Y esos días pasaron más que rápido, en un abrir y cerrar de ojos, se encontraba en el avión con retorno a Estados Unidos,  no dio aviso a nadie, ni a sus padres, con su estómago revuelto, llega hasta el largo camino de piedras que llega hasta su puerta. Ni sus amigos sospechan de su llegada, y tiene tanto miedo, porque envió esa carta hace tres meses, y tiene el presentimiento de que Eddie ya se despojó de ese amor, sabe que le ha hecho esperar demasiados años y probablemente no merece tanto amor  incondicional. Lo que Alice no sospecha es que Eddie apenas ha recibido esa carta en la mañana , pues los atrasos del correo, han sido piadosos con ella.

Su padre, Harold, la recibe con un abrazo.

- Sabía que ibas a volver - susurra en su oído - ¿Cómo te ha tratado Irlanda?

- Conseguí todo lo que quería - Alice responde con una sonrisa - Pero a veces, eso no es suficiente. Pasé toda mi vida creyendo que sería  inmensamente feliz cumpliendo mis metas allá. Y lo fui, pero creo que no vale si no tengo con quien compartirlo. No te tengo a ti, no tengo a Eddie, no tengo a Rose.

- Estoy orgulloso de ti, Alice - su padre la abraza- Ahora puedes estar tranquila, porque me he separado de tu madre. Se ha ido con otro, pero estoy bien. La vida de soltero se me da perfectamente - Harold se ríe y Alice abraza a su padre - Es tu casa, y tu habitación sigue igual que antes - Alice esboza una sonrisa.

- No puedo creerlo, es una noticia muy buena. Me alegro por ti y por mamá, las cosas no estaban bien desde hace años. Me alegra que te sientas tan feliz - Alice mira a su padre con ternura y Harold nota la letra E en el cuello de su hija.

- ¿ Y Eddie? - Pregunta - Desde que se ha cambiado de casa, no lo veo en pueblo. Se ha vuelto algo ermitaño. Creo que le haces falta - la chica cierra sus ojos, de tan sólo pensar en Eddie, su estómago se retuerce.

- Aún no sé nada de él. Pero de todos modos debo buscarlo - Alice suspira nerviosa.

- ¿Necesitas mi coche? - el hombre agita las llaves frente a ella. Alice las coge, deja su maleta en la entrada.

- Te amo, papi - besa su mejilla como si fuera una nena, lo abraza - Voy a cuidarte hasta que seas un viejito, y apenas camines. No sabes lo feliz que estoy de volver a verte.

La chica lo suelta, y va de inmediato al coche de su padre. Ella sabe su nueva dirección, y sin querer pasa por fuera de la que solía ser su casa, hay una familia viviendo ahí, son tres. Y sigue conduciendo, a lo lejos, ve a Steve paseando con un coche de bebé, y él cree haber visto a Alice, pero ella pasa sin tomar atención del resto. Pasa por la playa, quizá Eddie pueda estar sentado mirando las olas, pero no ve a nadie, y llega hasta aquella dirección que le han dado, ve una casa del árbol color morado, y su pecho se aprieta porque hay evidencias de la presencia de una niña. Alice cree que quizá Eddie tiene una familia, pero no ha pasado demasiado tiempo desde que ella se fue, sería casi imposible. Se baja del coche, camina y toca la puerta de esa gran casa, es color crema, tiene unos lindos ventanales, hay peluches en la entrada, se asoma por la ventana, ve una guitarra eléctrica en el sofá, es claro que ahí vive Eddie, su Eddie de toda la vida.

Pero él no está en casa.

Eddie come hamburguesas en compañía de Rose, ella no sabe que Alice no volverá, lo hablan todas las noches, él le dice que mantiene las esperanzas de volver a verla, aunque cada día las iba perdiendo.

La lluvia se hace presente, y Alice sigue en casa de Eddie, no ha vuelto, y  su cabello está algo mojado. Cree que es mejor volver hasta el día siguiente, vuelve al coche, siente ganas de llorar, siente rabia e impotencia porque tardó demasiado en arriesgarse para amarlo toda la vida. Vuelve al pueblo con el corazón destrozado, cruza el corazón del pueblo, los semáforos se le hacen eternos y desalentadores, hay un nuevo local de hamburguesas, tiene una gigante en el techo, con luces neón,  aquello es lo único nuevo en el pueblo, y ella pasa con lentitud apreciando tal novedad, no es buena comiendo hamburguesas, pero ese aire fresco, llama su atención, y pasa lento, observa el reflejo del coche en el ventanal, pero logra ver más allá de su propia sombra.

Hay un chico de cabello largo, lleva una chaqueta con parches, camisa a cuadros color ojo, y frente a él, hay una niña de cabello color miel, mejillas rosadas, y una playera de Kiss. Alice abre sus ojos marrones, Eddie no la nota, pero ella lo está viendo, y Rose abre sus ojos cuando la ve, apunta hacia la calle y tira de la chaqueta de Eddie.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
sad beautiful tragic ×Eddie Munson × TERMINADA ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora