Eddie y Alice son mejores amigos desde que son niños, los años pasan, malas decisiones han hecho que Alice esté comprometida con el mismísimo Steve Harrington, pero esa vida de ensueño, es simplemente una pantalla de su infierno.
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Es día viernes, Alice está en un almuerzo familiar en casa de los padres de Steve. Los han invitado para tomarse fotos, las pondrán en cuadros y las dejarán en una pared llena de fotos de todos los miembros de la familia.
Alice lleva su cabello castaño siempre diez milímetros bajo los hombros, usa flequillo, sus ojos son oscuros, ella cree que que no es muy distinta a Eddie, físicamente hablando, aunque su cabello es levemente más claro y su piel es más pálida.
Lleva un vestido burdeo, sobre las rodillas, es de tirantes, en el cuello y las mangas lleva una tela del mismo. tono, pero casi transparentes y con pequeños cristales, sus pendientes son plateados y sus labios han vuelto a estar rojos, ha salido de casa con ellos color rosa palo, pero antes de la sesión ha decidido entrar al baño y se ha pintado los labios color vino.
Steve la espera para la tan ansiada foto, Wren también está ahí, bebe vino, siempre lo hace. Alice se ve tan delicada y pisoteble, Shelly, la madre de Steve observa a Alice de manera extraña, cree que está entorpeciendo la armonía de aquella futura foto, Steve lo nota y susurra en su oído.
-¿Por qué tus labios son rojos?- Pregunta.
- Son color vino - ella responde entre dientes y Steve toma su brazo, no lo hace con fuerza, pero Alice ha mostrado un atisbo de aquella futura rebeldía que comienza a reproducirse en sus células, que se multiplican de manera exponencial.
- No me importa el color. Quiero que sea una foto linda y decente.
- Me veo linda, Steve- Alice responde.
- Ve y quítatelo, mamá está molesta. Ha puesto la primer cara.-susurra en su oído.
Alice se zafa con fuerza y enojo del tacto de Steve, camina hasta el baño y se quita el labial. Aquello se siente de la mierda, y ella se siente patética robándole los pétalos y el agua micelar a la madre de Steve, repasa sus labios con ese labial tan puritano con el cual no sería capaz de rozar un solo pito.
Ella vuelve, se sienta al lado de Steve y ahora sonríe, les llegan 5 flashes y cuando el fotógrafo termina, esta se separa de manera automática. Y cree que el labial ha sido algo mínimo en comparación a la bomba que tiene al llegar a la casa.
- De seguro han de salir muy lindos - Wren se acerca a Alice.
- Gracias, eso espero... - ella responde amable. Nota que usa la cadena de plata que le ha regalado.
- Por cierto, no hemos hablado de eso. Pero... El día de mi cumpleaños, volví a estar con Eddie. Perdón si te lo digo, es decir, es tu mejor amigo y quizás no te interesa saber a quien se coge-Alice sonríe, y Eddie sabría que es una sonrisa tan fingida como la de la foto.
