Eddie y Alice son mejores amigos desde que son niños, los años pasan, malas decisiones han hecho que Alice esté comprometida con el mismísimo Steve Harrington, pero esa vida de ensueño, es simplemente una pantalla de su infierno.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Tu madre no ha querido salir de su habitación... - Harold, el padre de Alice es quien la recibe.
- Mierda - Alice lleva sus manos a sus ojos - Papá, perdóname por lo que hice.
- Alice, era tu momento. No tienes por qué sentirte así de mal, bien sabes que tu vida junto a Steve era todo menos un paraíso.
- Él fue donde Eddie, le pegó.
- Debes saber que los Harrington van a hacer de esto, todo un drama - su padre la mira con amabilidad, ella se siente bien de tener un padre así. Sabe que su madre no quiere verla, pero aquello, de momento no podría importarle menos.
- Creo que todavía queda la peor parte, pero, me siento liberada, no sabes cómo. Siento que por fin, he podido dormir bien - suspira. Su padre. Le ofrece una taza de té y ambos se quedan charlando unos minutos.
Alice baja en la mañana, ha decidido pasar la noche en casa de sus padres, su madre desayuna, ella pasa por su lado, no hay una conversación, nada, sólo puede ver su cara de disgusto, su cara de humillación, Alice sabe que no viene al caso decir algo.
Es día lunes, se va al trabajo temprano, llega a la escuela, y las maestras de otros cursos especulan sobre ella, lo sabe, porque la observan y hablan en silencio unas con otras. Incluso la directora ha visto su mano de manera descarada. Es la tía abuela de Steve.
Lleva su cabello recogido en una coleta, no lleva maquillaje, no ha tenido el ánimo suficiente como para pensar en un lápiz labial. Su día parece mejorar cuando ve a Rose.
- La extrañé - la abraza y Alice sonríe.
- También yo- acaricia su cabeza.
Ambas entran al salón, son las únicas.
- No terminó el cuento, lo recuerda, el de la princesa con dos príncipes - Rose juega con unos lápices.
-Pues, claro... Es sólo que no habíamos tenido el tiempo. La princesa decidió por uno, descubrió que el otro príncipe no era tan bueno como creía - Alice suspira y Rose se emociona.
- ¿Puedo adivinar con quien se queda? - Rose pregunta emocionada.
-Claro que sí.
- Con quien le hace reír, siempre los estúpidamente ricos son malos. La princesa es feliz con quien es su amor verdadero, y el amor es felicidad - Rose habla con una sonrisa, sus mejillas son rosadas y su melena rubia se mueve a los lados.
- Dios, eres la chica más inteligente que he conocido.
- Creo que ese príncipe es como Eddie, su amigo - Rose lo dice de manera inocente.
- ¿Por qué dices eso? - Pregunta.
- Creo que es usted como la princesa, siempre que estamos con Eddie, se ríe más de la cuenta, y está mucho más feliz que acá en la escuela, por eso creo que Eddie sería como ese príncipe.
