Eddie y Alice son mejores amigos desde que son niños, los años pasan, malas decisiones han hecho que Alice esté comprometida con el mismísimo Steve Harrington, pero esa vida de ensueño, es simplemente una pantalla de su infierno.
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Alice entra a casa, son las 12:05 de la madrugada. Cierra la puerta y por la ventana ve a Eddie pasar en su coche. Se voltea de golpe, porque hay alguien tras ella, y gradece de que sea su padre quien la observa.
- Me he llevado un susto-ella lleva su su mano al pecho.
-¿Quieres té, corazón? - Es Harold, su padre.
-Claro-camina tras él, se sientan en una mesa pequeña que está en la cocina. Alice espera que su padre le sirva té, está caliente, ve el vapor, y se queda fijamente viéndolo, es lindo, piensa ella, es bonito ver el movimiento y cómo va desapareciendo.
- ¿Qué hacías tan tarde afuera? - su padre se sienta frente a ella, echa azúcar a su té , él sabe además, las cucharadas que su hija le echa al tuyo.
-Pues... - Alice acomoda su cabello-Eddie pasó a verme.
- Así que Eddie... -su padre asiente con una sonrisa - Eddie es un buen chico, ¿No lo crees?
- Pues sí- Alice bebe de su taza - Eddie es...
- Especial... - Su padre suspira, no la mira a los ojos- Eddie es un chico maravilloso. Lo quiero como a un hijo.
- Pues sí, él es mi mejor amigo. Lo quiero mucho - La chica apenas puede articular palabras.
- ¿Aún quieres casarte? - su padre le pregunta y ella lo mira nerviosa.
- Pues... Claro, Steve es mi novio desde hace ocho años, y me ama, creo que eso pasa cuando las parejas llevan mucho tiempo juntas - ella responde nerviosa- Tengo 25, no tenía en mis planes casarme, pero ¿ Qué argumentos tengo para rechazar una propuesta así? Además... Creo que eso es lo que ustedes quieren, creo que es un paso importante . Steve es parte de la familia y...
-Bueno, sí, Steve es un buen chico. Pero creo que tu mirada debería ser diferente, ya sabes, hablar de la boda, es como hablar de ilusiones y cosas esperanzadoras. En cambio te observo, y creo que estás como en un funeral.
Alice mira a su padre.
- ¿Puedo confesarte algo?- Su padre, Harold, espera que su hija le diga.
Sí, papá, amo a Eddie.
Alice le hace aquella íntima confesión, que le ha dado vueltas en su cabeza, no porque sea un problema para ella, pero su madre, ella siempre hace todo lo posible por meterse en sus asuntos, y sabe que le importaría mucho más a ella.
- No puedo tener hijos, no tendré jamás. Lo supe esta semana. Nadie más lo sabe, sólo Eddie y ahora tú - su padre la observa sorprendido - Y bueno, si soy sincera, esto no me afecta, no quiero ser madre, no quiero darle los nietos que mamá pide, no quiero nada de eso. Y me siento feliz, es decir, sé que hay mujeres que lo anhelan, pero... No es lo mío.
Su padre toma sus manos.
-Agradezco mucho el que me lo cuentes. Será un secreto, hasta que tú decidas contarlo. Y si ellos se molestan contigo, puedo patearles el trasero y no me importaría si es tu madre.
