Eddie y Alice son mejores amigos desde que son niños, los años pasan, malas decisiones han hecho que Alice esté comprometida con el mismísimo Steve Harrington, pero esa vida de ensueño, es simplemente una pantalla de su infierno.
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Alice y Eddie vuelven juntos, han decidido separarse porque creen que es lo mejor, no quieren hacer cosas de las que después podrían arrepentirse. Steve no le toma importancia al tiempo en que se dan demorado, él sigue hablando con Wren. Alice ya no está tan ebria aunque llega sólo a acostarse, se levanta a vomitar en la madrugada, Steve ha dormido en otra habitación, lejos de ella.
El domingo llega, ella está recostada en su cama, con su short y la playera de Metallica que ha decidido comprarse aquel día, sabe que llegará la familia de Steve a la cena.
Él entra a su cuarto, se sienta en la orilla de la cama y acaricia sus piernas desnudas.
- Ya no quiero discusiones. Desde el viernes me he sentido horrible. Sabes que lo que menos quisiera es que te sientas mal por mi culpa. Te amo y vamos a casarnos. Quiero que todo esté bien entre nosotros.
Alice tiene sus ojos bien abiertos, llegan flashbacks a su mente de lo que ha pasado con Eddie en su coche, él ha tocado sus pechos desnudos y ella ha mordido su labio inferior, eso ha sido casi un beso, lo peor, es que aquella noche deseaba que Eddie se la cogiera sin piedad alguna.
Se voltea con lágrimas en sus ojos, Steve la observa con una ternura no siempre vista y él la abraza, ella lo acepta, pero tiene tantas dudas.
- No quiero que vuelvas a gritarme - ella susurra en su oído - No soy una niña, no soy tu hija ni mucho menos.
- Asumo el error., completamente - Steve suspira y ella simplemente se queda quieta.
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Alice sólo se ha puesto vaqueros, pero lleva la playera de Metallica, su cabello está brillante, lleva pendientes largos y finos, sus labios están pálidos. Ha olvidado esos colores pasteles en su ropa, y baja, Steve ha llegado del supermercado, ella va a la cocina y abre las bolsas.
- Traje Salmón, quiero que hagas tu mejor receta - Steve besa su frente y ella cierra sus ojos. Se pone el delantal de cocina, hurguetea entre las bolsas, no está su rosé, aquel día en que ha ido junto a Eddie, se han acabado, o al menos eso pensaba, porque mágicamente encontró una botella en la despensa.
Alice se echa en una copa y cocina, Steve va a la sala de estar, sus padres han llegado, llegan con Wren, y Alice se siente mal por ella, porque ha estado peligrosamente cerca de Eddie, y ella sabe que están en algo, pero no ha habido besos, ni sexo, así que es probable que le nieguen las puertas del infierno.
Alice sale, está Shelly, su futura suegra, la saluda con amabilidad, ella es querida por los padres de Steve, pero desde lo de las fotos es que no hay muy buenas caras.
Steve les ofrece algo, su madre se va por un té, su padre por whisky y Wren por vino, bebe tinto, Alice no regala de su rosé. La chica sale con las copas, son de cristal y son rosadas, pone los platos con decoraciones doradas, el centro de mesa es de ensueño, todos alaban lo bien que Alice mantiene la casa, es una mujer delicada, hermosa y educada, es una joya brillante, joya que Steve lleva y que luce, todos la admiran.
